¿La terapia de estrógeno aumenta el riesgo de cáncer de mama?
Contrario a los resultados de varios estudios realizados años atrás sobre la acción de la terapia de estrógeno sobre el organismo de la mujer, una investigación reciente financiada por el Instituto Nacional del Cáncer avala que el empleo prolongado de este tratamiento podría aumentar realmente el riesgo de cáncer de mama.
En este estudio los investigadores evaluaron los datos recolectados en el Estudio de Salud de las Enfermeras provenientes del 1980 hasta el 2008. Durante todo este tiempo, se encontró que las mujeres que habían seguido un tratamiento con estrógeno y progesterona durante un periodo de 10 a 15 años, poseían un 88% más de riesgo de padecer cáncer de mama que las demás féminas. De manera significativa, el riesgo de padecer este tipo de cáncer se duplicaba entre las mujeres que habían realizado esta terapia durante más de 10 años.
De esta manera, se evidenció que las féminas que habían seguido una terapia con estrógeno solo tras la menopausia pero entre 10 y 15 años, tenían más probabilidades de desarrollar un cáncer de mama, específicamente, un 22%. Este riesgo aumentaba a un 43% si las mujeres habían mantenido el tratamiento por más de 15 años.
Eso sí, vale aclarar que no se apreció ningún aumento del riesgo en las mujeres que consumían estrógenos por menos de 10 años y tampoco se apreció ningún riesgo de morir por esta causa.
De todas maneras, los especialistas recomiendan utilizar este tipo de terapia solo en los casos en que resulte realmente indispensable pues aún no se conocen con exactitud los efectos de este tratamiento en el desarrollo del cáncer de mama, de útero u otras complicaciones similares. De la misma forma, el médico podría valorar el uso de terapias alternativas en el caso de que el tratamiento se deba prolongar durante varios años.