¿Dieta cetogénica para tratar la epilepsia?

emotional-intelligenceEn la actualidad, más de 50 millones de personas en todo el mundo padecen epilepsia, un trastorno muy común del sistema nervioso que provoca reiterados ataques de mayor o menor intensidad. La mayoría de quienes la padecen controlan la enfermedad sin mayores complicaciones pero a veces hay quienes no responden adecuadamente al tratamiento médico. De hecho, según indican las cifras, solo en España el 20% de los pacientes con epilepsia no responde al tratamiento convencional por lo que es necesario acudir a otras opciones, como podría ser la dieta cetogénica.

En este sentido, se conoce que una dieta cetogénica rica en grasas, con pocos carbohidratos y baja en proteínas puede reducir el número de ataques en las personas que padecen epilepsia. Al menos estas son las conclusiones que han sido publicadas recientemente en Neurology, la revista de la Academia Americana de Neurología.

Los investigadores se dieron a la tarea de revisar los hallazgos científicos que vinculaban la dieta cetogénica y la epilepsia, llegando a resultados bastante esperanzadores. Analizaron a un total de 47 personas que sufrían epilepsia, en las cuales los tratamientos convencionales no funcionaban. Después de comenzar una dieta cetogénica, el 32% de ellas experimentó una reducción del 50% de los ataques. Asimismo, el 9% tuvo una reducción del 90% de las crisis epilépticas, sin tener que recurrir al tratamiento farmacológico.

Sin embargo, probablemente lo más interesante es que la dieta cetogénica tiene un efecto muy rápido para controlar las crisis epilépticas ya que bastaron unos días o pocas semanas para que los ataques comenzaran a disminuir. Además, se debe puntualizar que su efecto fue duradero, es decir, incluso después de haber abandonado la dieta cetogénica, las personas podían percibir los beneficios.

Todo parece indicar que estos efectos antiepilépticos se deben a la acción de los cuerpos cetónicos (la principal fuente de energía de la dieta cetogénica que sustituye a la glucosa) en el cerebro. Y es que, una vez que se logra modificar el metabolismo cerebral, se producen cambios en las propiedades celulares que disminuyen la excitabilidad neuronal y con ello, cesa la descarga epiléptica.

La otra cara de la moneda

Sin embargo, todo no es color de rosa, porque mantener una dieta cetogénica también tiene sus riesgos para la salud. Este régimen puede reducir las crisis epilépticas pero también puede causar efectos secundarios como vómitos, diarreas, cólicos, pérdida de peso, cambios de humor y carencias nutricionales. Por eso, los especialistas recomiendan que se implemente solo bajo supervisión médica y en los casos en que sea realmente necesaria.

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