Tres mitos sobre la carne totalmente falsos

carneComer carne es un hábito milenario que ha llegado hasta nuestros días. Sin embargo, a diferencia de siglos atrás, en la actualidad comer carne es más una cuestión de placer que de necesidad ya que en el mercado existe una enorme variedad de alimentos. Aún así, en los últimos tiempos han surgido numerosas dudas sobre lo saludable que puede ser consumir carne por lo que muchas personas consideran  que se trata de un hábito dañino, cuando en realidad no es así.

Generalizaciones erróneas sobre el consumo de carne

1. La carne aumenta el nivel de colesterol. Uno de los argumentos más frecuentes contra la carne consiste en pensar que es una fuente abundante de grasas saturadas. De hecho, se trata de una verdad a medias ya que diferentes estudios han demostrado que casi el 70% de las personas que comen carne experimentan una elevación del colesterol que no es dañina. Mientras que el 30% restante de las personas muestran un aumento ligero del colesterol LDL (colesterol “malo”), pero también del HDL, un tipo de colesterol que es beneficioso para el organismo. Además, no debemos olvidar que existen diferentes tipos de carnes y que las carnes magras prácticamente no contienen grasas.

2. La carne es indigesta. Muchas personas piensan que la carne no se digiere bien y que puede terminar afectando el funcionamiento del colon; sin embargo, se trata tan solo de una falsa creencia. En realidad, lo que ocurre cuando comemos carne, esta es descompuesta en el estómago por las enzimas digestivas y los ácidos estomacales. Luego, pasa al intestino donde se vuelve a descomponer pero esta vez debido a la acción de los aminoácidos y ácidos grasos. Una vez en el colon, los nutrientes de la carne (proteínas, minerales y vitaminas) ya fragmentados pasan al torrente sanguíneo y los restos son expulsados en las heces fecales. Desde esta perspectiva, la carne es uno de los alimentos que nuestro organismo logra descomponer en su totalidad, a diferencia de algunas frutas y vegetales.

3. La carne provoca diabetes tipo II y enfermedades cardiovasculares. Otro de los mitos sobre la carne se relaciona con el hecho de que su consumo aumenta el riesgo de padecer diabetes tipo II y enfermedades del corazón. En realidad, las investigaciones indican que el  consumo de carne procesada sí aumenta el riesgo de padecer estas enfermedades pero esta conexión no se ha apreciado en la carne sin procesar. El análisis de más de 20 estudios que ha incluido a casi 500.000 personas no ha desvelado que la carne incremente las probabilidades de sufrir diabetes o infartos.

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