Tratamiento de la insuficiencia renal crónica
La insuficiencia renal crónica es la pérdida lenta de la función de los riñones, un problema que en los EUA afecta a afectan a más de 2 personas de cada 1,000. La diabetes y la hipertensión arterial son las dos causas fundamentales de esta problemática de salud pero también se le ha relacionado con el consumo de ciertos fármacos, el estar expuestos a algunas sustancias tóxicas y a infecciones y cálculos renales.
El problema de la insuficiencia renal crónica es que a muchas personas no se les diagnostica hasta que han perdido gran parte de su función renal por lo que generalmente esta continúa progresando si bien un tratamiento de por vida puede mejorar la calidad de vida de la persona. Hoy por hoy no existe una cura definitiva pero ahora nefrólogos del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid han descubierto un fármaco para la gota que podría convertirse en un tratamiento de la insuficiencia renal crónica efectivo.
El fármaco en cuestión es el alopurinol, un medicamento que usualmente se ha usado para tratar la gota pero que además tiene efectos beneficiosos en las personas con insuficiencia renal crónica y reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Este fármaco ayuda a reducir la inflamación y detiene la progresión de la enfermedad renal.
Este estudio esperanzador para las personas con problemas renales fue publicado en la Clinical Journal of the American Society of Nephrology y se basó en el estudio de un total de 113 pacientes con insuficiencia renal que fueron divididos en dos grupos: uno que recibió el tratamiento habitual y el otro atendido con el alopurinol. El experimento se extendió durante dos años, tiempo en el cual se analizó la evolución de las personas y la progresión de la enfermedad.
Así, los investigadores concluyen que el alopurinol redujo los niveles de ácido úrico en la sangre, mejoró la función renal y previno su progresión, con independencia de la edad o el sexo de las personas. Por si esto fuera poco este medicamento también redujo el riesgo de sufrir un ataque cardiovascular en un 71% y de hospitalización en un 62%.