Tipos de faringitis

Con la llegada del frío no sólo bajan las temperaturas sino que también se afecta nuestra salud. En los periodos de cambio de estación las afecciones se hacen aún más frecuentes ya que solemos desprotegernos. Dentro de las enfermedades más comunes se encuentran aquellas que atacan las vías respiratorias, destacando la faringitis.

La faringitis no es sino una inflamación de la faringe que puede tener su origen en un problema alérgico o debido a una irritación que generalmente está causada por una excesiva sequedad en el ambiente que casi siempre proviene de la calefacción. No obstante, existen diversos tipos de faringitis: la faringitis vírica que es la más usual y la faringitis bacteriana, que suele atacar las amígdalas y generalmente es causada por el estreptococo.

La faringitis vírica suele curarse en pocos días y el tratamiento se focaliza fundamentalmente en atacar sus síntomas: la tos, el dolor de garganta, la fiebre, la mucosidad y la congestión nasal. En los niños pueden aparecer hasta 8 episodios de faringitis al año.

En la faringitis bacteriana no se presentan los síntomas de lagrimeo en los ojos ni hay problemas nasales pero se aprecia una inflamación en los ganglios del cuello y una exudación blanquecina de las amígdalas. En este caso la faringitis se combate con antibióticos y suele ser común en los niños de más de dos años para ir desapareciendo de a poco conforme aumenta la edad.

Para tratar la faringitis vírica se suele utilizar el paracetamol (tanto para niños como para adultos) o el ibuprofeno. También se usan los analgésicos sistémicos que normalmente propician un alivio local en la garganta al tener un anestésico local y corticoides. Si se presenta la tos (pero sólo cuando ésta es verdaderamente molesta y persistente) también se pueden usar los jarabes antitusivos.

Para tratar la faringitis bacteriana la opción son los antibióticos; sobre todo la penicilina aunque también se puede usar la claritromicina y la eritromicina. No obstante, vale aclarar que el 40% de los antibióticos es resistente al estreptococo por lo que siempre que no se presente una alergia a la penicilina, es mejor optar por este tratamiento.

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