Quesos magros
Hemos señalado que el queso puede ser perfectamente incluido en una dieta de adelgazamiento. Pero, para esto, es necesario cumplir con dos requisitos: elegir quesos magros, y comerlos con moderación.
A la hora de hablar de quesos magros, nos referimos a aquellos que tienen menos de un 25% de grasas, aunque en algunos casos ese porcentaje puede ser considerablemente menor.
El tradicional queso fresco es una excelente opción entre los que menos lípidos poseen, ya que no excede del 15% y, en algunas versiones «light», este porcentaje se reduce al mínimo.
No podemos dejar de mencionar al famoso requesón, una variedad de queso a la cual nos hemos referido anteriormente en Peso Ideal y que cuenta con el menor porcentaje graso entre los quesos, ya que no alcanza siquiera el 5% de materia grasa. Y, al igual que el requesón, otra opción válida es el queso cottage.
También puedes incluir en la dieta el queso por salut o quesos en versiones reducidas en grasas de cuartirolo o cremoso. también la mozzarella en versión «light» es una excelente opción. Y, desde luego, los quesos untables presentan siempre un menor porcentaje graso.
En general, puedes aplicar una regla para reconocer los quesos más grasos: son los más duros. Así que cuando vayas al mercado asegúrate de elegir aquellos quesos más blandos que aportarán los beneficios del queso pero sin el alto contenido de grasas que algunas variedades poseen.