Queso en la dieta
Un alimento que tiende a ser omitido a la hora de una dieta de descenso de peso es el queso. Esto se debe principalmente a que contiene grasas saturadas, lo que lo convierte a su vez en un alimento calórico. Sin embargo, el queso en la dieta puede ser un excelente aliado para adelgazar, siempre que sepamos escoger las variedades adecuadas y comerlas con moderación.
Primeramente, siempre es bueno incluir lácteos en la dieta. El queso contiene proteínas de alto valor biológico, calcio, fósforo y vitaminas A, B2 y B12. Esto lo convierte en un alimento muy recomendable para consumir las cantidades adecuadas de estos macro y micronutrientes. A modo de ejemplo: una porción de 100 gramos de queso fresco aporta más de la mitad de calcio que necesitamos por día.
Pero, además, diversos estudios han concluido en que un consumo moderado de lácteos ayuda a aumentar el metabolismo y, por consiguiente, a perder peso.
Hoy en día, incluso, existen gran variedad de quesos y con distintas características. Quienes deban cuidar su consumo de sodio pueden optar por los quesos sin sal agregada (es decir que sólo cuentan con el sodio de la leche).
Además del aporte de micronutrientes mencionados, algunos quesos son «fortificados» durante su proceso de elaboración. Es por eso que siempre es recomendable leer bien las etiquetas a la hora de comprar un queso.
En cuanto a la cantidad de grasas del queso, esta puede variar mucho de un tipo de queso al otro. Es por eso que recomendamos buscar siempre los quesos más magros (no te pierdas el siguiente artículo para conocer las mejores opciones de quesos).