¿Por qué deberías incluir el zinc en tu dieta cotidiana?
El zinc es un mineral muy importante para nuestra salud. De hecho, desempeña diversas funciones esenciales en nuestro organismo: participa en el proceso de división celular, la síntesis de ácidos nucleicos y de proteínas, a la vez que fortalece los huesos, mejora la visión, fomenta la producción de colágeno y estimula la segregación de hormonas. Diversos estudios han demostrado que una concentración deficiente de zinc puede provocar algunas alteraciones de salud, desde fatiga crónica, cansancio y pérdida del apetito hasta problemas más severos como la catarata, la diabetes y la osteoporosis.
Por eso, el Comité de Nutrición y Alimentos del Instituto de Medicina recomienda apostar por una dieta rica en zinc ya que para conseguir sus mayores beneficios deberíamos consumir entre 8 y 11 milígramos de zinc al día. Podemos encontrar este mineral en alimentos como la carne de res, el cerdo y el cordero, pero también en el pescado, las nueces, los granos enteros, las legumbres y la levadura. Si necesitas más razones para comenzar a consumirlo a consciencia, te desvelamos 10 motivos por los que deberías incluirlo en la dieta.
10 razones para apostar por el zinc en la dieta
- Previene la infertilidad, tanto femenina como masculina. Asimismo, atenúa los síntomas de la disfunción ovárica y el síndrome premenopáusico.
- Favorece el crecimiento óseo y muscular, por lo que es vital para el desarrollo infantil.
- Ralentiza el envejecimiento de la piel ya que favorece su elasticidad. También previene alteraciones como el acné.
- Fortalece el sistema inmunitario y previene algunas de las enfermedades crónicas como la diabetes, y el cáncer.
- Mantiene a raya las complicaciones durante el embarazo y reduce el riesgo de padecer abortos espontáneos.
- Mejora el estado de ánimo y previene la aparición de alteraciones emocionales como la depresión, la ansiedad e incluso, puede ser útil en el tratamiento de la esclerosis.
- Acelera los procesos de cicatrización postoperatoria, así como la recuperación de lesiones musculares u óseas.
- Favorece el proceso de aprendizaje ya que interviene en la agudeza visual y en el desarrollo de la inteligencia. Además, contribuye a prevenir el Alzheimer.
- Ayuda a prevenir diversos problemas durante el embarazo como el labio leporino, la espina bífida y la hernia hiatal y la umbilical.
- Participa en la regulación del apetito y la sensación de saciedad, por lo que es vital para controlar el sobrepeso y prevenir la obesidad.
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