Peligros en el cine
A la hora de hablar de nuestra alimentación y nuestra dieta, existen peligros en el cine. Es que siempre que vamos a ver una película en la pantalla gigante nos acostumbramos a consumir algo de comer y beber, y las opciones que nos ofrecen no suelen ser las mejores para tu nutrición.
El principal problema de esta situación radica en la dificultad para mantener el autocontrol. Es que, al estar tan relajados, nos cuesta pensar en que tenemos que moderarnos con la comida: ¡toda nuestra atención está en la película!
Las tiendas de golosinas de los cines no ofrecen muchas opciones saludables. Dulces ricos en grasas y azúcares refinadas, chocolates, galletas, refrescos calóricos o piezas de pollo frito son algunas de las formas en la que podríamos arruinar nuestra dieta. Y ni hablar de las palomitas de maíz… si bien no son en sí mismas un alimento nocivo, en el cine las preparan con demasiada grasa.
¿Qué hacer? Lo más seguro parece abstenerse de la comida en el cine. Se que puede que pienses que esto es una locura. Muchas personas no admiten el cine sin su balde de palomitas, su refresco y su caja de chocolates. Pero todo es cuestión de hábitos.
Podrías probar lo siguiente: come antes de ir al cine, de modo que te sientas sin apetito y con el estómago satisfecho como para estar comiendo algo más.
Otra opción podría ser no comer en el cine y reemplazarlo por darte un gusto comiendo afuera luego del cine. Con seguridad te será más fácil medir la calidad de la comida y el tamaño de la ración una vez que estés fuera de la sala de cine.
Si optas por comer en la sala de todos modos, busca golosinas de línea «light» que tengan menos azúcares. Puedes optar por algunos frutos deshidratados, pero debes intentar se moderado. Y escoge el refresco dietético para no sumar más calorías.