Niños: La importancia de masticar
Para nadie es un secreto que una alimentación adecuada es clave para lograr un desarrollo saludable en la infancia. Sin embargo, mantener una alimentación sana y balanceada en los niños no es tarea sencilla porque sus necesidades nutricionales van cambiando a medida que crecen. Por eso, los bebés al nacer solo necesitan la leche materna para alimentarse pero cuando comienzan a crecer demandan alimentos más duros que potencian su desarrollo.
Sin embargo, en las últimas décadas algo ha cambiado en la alimentación de los niños, en la dieta infantil ha surgido un denominador común: los alimentos blandos como los purés, las frutas suaves troceadas, las hamburguesas, albóndigas, helados, cremas y zumos.
Muchos padres piensan que esta es la mejor vía para favorecer la nutrición de los niños y mejorar el tránsito y la absorción intestinal pero lo cierto es que las consecuencias de una alimentación blanda no siempre son positivas. En este sentido, el Instituto de Odontología de la Universidad de Turku, en Finlandia, afirma que el consumo de alimentos blandos por parte de los niños incide de manera determinante en su estructura y morfología craneofacial y cerebral, a la vez que modifica su salud bucal.
Los expertos han llegado a la conclusión de que mantener una dieta demasiado blanda limita la masticación y afecta el desarrollo de la oclusión de la superficie de los molares, lo cual hace que aumente el número de niños que necesitan tratamiento de ortodoncia para corregir la posición de su dentadura. ¿Cómo lograr una dieta realmente saludable desde todos los puntos de vista?
5 alimentos que no deben falta en la dieta de los niños
Como podrás suponer, elegir alimentos que obliguen a los niños a masticar es esencial para favorecer su desarrollo dental y prevenir numerosos trastornos periodontales como las temidas caries. He aquí, 5 alimentos que deben estar presentes en su dieta:
1. Las frutas frescas de corteza dura. Por lo general, los niños prefieren comer frutas suaves como los plátanos o las fresas, que apenas necesitan ser masticadas. Por eso, ofrécele frutas de corteza dura como las manzanas, las guayabas o la piña, así se verá obligado a masticar.
2. Las ensaladas y hortalizas crudas. A muchos niños no les gustan las ensaladas, pero si haces una ensañada mixta donde mezcles diversos colores y texturas seguramente se sentirán más motivados. Prueba con las zanahorias, los pepinos, la col o el tomate, una diversidad de colores y sabores que le vendrán bien a sus dientes en desarrollo.
3. Los frutos secos. Avellanas, pistachos, nueces, maní…cualquier fruto seco ayudará a que tu hijo ejercite la masticación. Si no le gusta comer los frutos secos naturales, puedes mezclarlos con dulces o en su plato preferido.
4. Los cereales integrales y productos derivados. Comer arroz, pan integral, avena o muesli le ayudará a entrenar los movimientos de la masticación suave pero intensa, lo que le vendrá bien para que sus molares se posicionen adecuadamente.
5. Las carnes enteras. Muchos niños prefieren las hamburguesas, albóndigas o carnes procesadas, pero estas no tienen el mismo efecto en sus dientes que la carne entera. Por eso, prepárale bistec de cerdo, un asado de res o quizás un pollo a la plancha, opciones deliciosas y fáciles de preparar que le vienen muy bien a su salud dental.
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