Los tipos de botulismo

El botulismo es una enfermedad bacteriana originada por el microorganismo Clostridium botulinum que se introduce en el organismo humano a través de heridas o por el consumo de alimentos en mal estado de conservación o enlatados.

La bacteria que ocasiona el botulismo se encuentra generalmente en suelos o aguas no tratadas y posee unas esporas que les permite vivir en los alimentos cuya conservación no es la más adecuada, sobre todo en la carne de cerdo y el pescado crudo, por lo que basta con ingerirlos para contraer la enfermedad.

El botulismo puede clasificarse en tres grandes grupos relacionados con la forma de transmisión. Entre los tipos de botulismo se encuentra el botulismo transmitido por alimentos infectados en mal estado que suelen provocar la enfermedad en pocas horas; el botulismo infantil en el que la bacteria suele alojarse en el tracto intestinal y el botulismo de la herida que comienza cuando una herida se infecta con la bacteria Clostridium botulinum y ésta secreta la toxina causante de la enfermedad.

La toxina generada por esta bacteria actúa generalmente sobre el intestino dando lugar a una enfermedad neuromuscular paralítica cuyos principales síntomas son: los problemas de deglución y en el lenguaje, náuseas, vómitos, cólicos abdominales, sequedad en la boca, dificultad respiratoria y debilidad progresiva con una ligera parálisis. Sus síntomas suelen aparecer entre las primeras 8 a 36 horas después de haber consumido el alimento en mal estado. Debido a la debilidad muscular que se presenta y a la insuficiencia respiratoria, el botulismo puede llegar a ocasionar la muerte en un 7% de los casos afectados.

Para tratar el botulismo se recomienda en primer lugar, realizar un diagnóstico rápido de la problemática en aras de encontrar la ayuda médica lo más rápido posible y así evitar las complicaciones. Normalmente el tratamiento demanda la ayuda respiratoria y la aplicación de la antitoxina botulínica.

Posteriormente, si persisten las deficiencias respiratorias, se procederá a ingresar al paciente para poder entubarle y comenzar con la respiración mecánica. Para resolver los problemas de deglución y mantener al organismo hidratado, se suelen administrar los líquidos por vía intravenosa o por sonda nasogástrica.

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