Los daños de la comida rápida y el Fast Food
Quién no ha estado en un Fast Food y no ha ingerido comida rápida que tire la primera piedra. Hoy el ritmo al cual gira la sociedad nos impulsa cada vez más a comer de forma veloz, sin pensar demasiado en las calorías y sin analizar la calidad de lo que comemos. De hecho, muchas personas optan por el Fast Food en el momento de almorzar e ingieren las comidas rápidas, precocinadas, en la tarde. De esta forma evitamos tener que cocinar. Pero… ¿es este estilo de vida beneficioso?
Ahora un estudio realizado en varias universidades estadounidenses nos muestra los daños de la comida rápida y los Fast Food. La investigación fue publicada en la revista Archives of Internal Medicine y tomó en cuenta los resultados de más de 5.000 personas a las cuales se les dio un seguimiento durante 15 años. Sus edades estaban entre los 18 y los 30 años.
En el estudio se le preguntaba a los participantes cuántas veces a la semana iba a un Fast Food. Pues bien, los resultados son sorprendentes: desde el 1985 hasta el año 2000 las personas de bajos ingresos aumentaron sus visitas al Fast Food, fundamentalmente porque era una opción muy económica. Así, en la actualidad los hombres van a los Fast Food un promedio de 2,1 veces a la semana y las mujeres una media de 1,6 veces.
Lo interesante es que muchas de estas personas no eran conscientes de los contenidos de estos alimentos y tampoco conocían la importancia de incluir vegetales y frutas en su dieta cotidiana. El principal daño apreciado, en comparación con quienes no consumían comida rápida con tanta frecuencia, eran los niveles de colesterol elevados en sangre.
Vale aclarar que el colesterol alto es la puerta de entrada a otras enfermedades como los accidentes cardiovasculares, la hipertensión, las enfermedades cardiacas y la arterioesclerosis.
Finalmente, debe puntualizarse que esto no significa que nunca deberíamos comer comida rápida en los Fast Food sino que esta debe ser una opción de emergencia en días puntuales y no debe convertirse en un hábito. Los alimentos naturales siempre son mucho mejor para la salud.