Las enfermedades como consecuencia de los hongos
Los hongos están considerados como microorganismos eucariotas con cierta complejidad biológica incluso superior a la de otros microorganismos como las bacterias. Según las estadísticas, en todo el mundo existen aproximadamente unas 250.000 especies de hongos, aunque de estas sólo se conocen cerca de 150 tipos que pueden dañar directamente a las personas.
Se pueden encontrar hongos de disímiles tamaños aunque también pueden ser muy diversos en relación a sus formas. De manera general presentan una célula fúngica con un núcleo de cromosomas, una membrana nuclear y unas organelas citoplasmáticas que modulan el funcionamiento del organismo en general. Pueden clasificarse esencialmente en levaduras y mohos y crecen de forma natural a temperatura ambiente.
En este sentido, como consecuencia de los hongos, las personas pueden adquirir varias infecciones generalmente no contagiosas que afectan a diferentes órganos. Entre ellas las más comunes son las micosis. Las micosis varían considerablemente en sus manifestaciones, aunque generalmente suelen ser enfermedades subagudas o crónicas de curso recurrente.
Según los especialistas, las micosis pueden clasificarse en tres grandes grupos atendiendo a la localización y al grado de afectación: las micosis profundas, las micosis subcutáneas y las micosis superficiales.
Las micosis profundas o sistémicas son las infecciones producidas por hongos muy virulentos como los dimórficos que pueden invadir los tejidos y órganos humanos expandiéndose por todo el organismo. Estas micosis pueden variar en su gravedad desde una infección con síntomas leves hasta una enfermedad de evolución progresiva y mortal.
Por otra parte, las micosis subcutáneas también son producidas por hongos que se introducen en la piel como consecuencia de un traumatismo y llega a afectar a todos los tejidos subcutáneos, los vasos linfáticos y los tejidos adyacentes. En este tipo de micosis resulta poco probable que la infección se propague hacia otros órganos por lo que su pronóstico es bastante favorable.
Al contrario, en las micosis superficiales suelen aparecer síntomas bastante leves que afectan generalmente los tejidos superficiales del organismo sin provocar complicaciones severas.
De esta manera, los especialistas recomiendan mantener todas las medidas preventivas necesarias para evitar el contacto directo con ambientes infectados que puedan producir alguna enfermedad como consecuencia de los hongos.