Fitness y obesidad
El fitness busca beneficios para todas las personas, y esto hace que exista una especial relación entre el fitness y la obesidad. La obesidad es una condición por la cual el cuerpo tiene un exceso de grasa. Los valores normales son del 25% en el hombre y el 30% en las mujeres. Se considera a una persona obesa cuando su peso corporal total supera el 120% del peso ideal.
El programa de fitness para personas obesas debe tener ciertas características. En primer lugar, debe ser de baja intensidad, y repartirse entre 3 y 5 días. Esto debe ir de la mano de una disminución de las calorías consumidas. Principalmente se tratará de ejercicios aeróbicos, por lo que se recomienda trabajar entre el 60 y el 70% de la frecuencia máxima teórica y con una duración de entre 30 y 60 minutos.
¿Qué ejercicios son recomendables? Caminar, aerobic sin impacto, nadar, remar, andar en bicicleta, subir y bajar escaleras, estiramientos y algunos ejercicios con sobrecarga son algunas de las formas en las que se puede ejercitar una persona con obesidad. Nota que aquí no incluimos la carrera. El impacto permanente, sumado al sobrepeso, puede hacer de esta actividad riesgosa para las articulaciones.
Generalmente cuando una persona obsesa se somete a un programa de fitness está muy pendiente de a balanza. Y tiende a creerse que mientras más se baja de peso, mejor está resultando el plan de alimentación y el plan de ejercicios. Sin embargo, los descensos rápidos no son recomendables, ya que por lo general implican pérdida de agua y de masa muscular. Lo importante es un descenso gradual y la adquisición de hábitos alimenticios saludables.
En próximos artículos veremos los beneficios que puede traer un programa de fitness a personas obesas.
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