La mente del psicópata: ¿Qué la diferencia?

La mente del psicópata siempre ha resultado un tema de interés para los científicos e incluso para los novelistas. Sin embargo, lo cierto es que sobre la misma se conoce muy poco. Ahora científicos alemanes descubrieron que estos desórdenes de la conducta se relacionan con determinadas características morfológicas del cerebro.

Uno de los retos más grandes de las ciencias psicológicas es conocer cómo funciona la mente del psicópata. Además de los elevados costes sociales y el sufrimiento humano que provocan los comportamientos criminales, éstos poseen ciertas peculiaridades que permiten un pre-diagnóstico desde edades tempranas. Nos referimos al trastorno de personalidad antisocial.

En este sentido, Boris Schiffer, especialista de la Universidad de Duisburg-Essen, presentó un estudio retomado por el diario “El Mundo” en el que refiere el hallazgo de anomalías estructurales en el sistema de recompensa mesolímbico en las personas con comportamientos antisociales y rasgos psicopáticos. Destaca además lo difícil que es estudiar a las personas con signos psicopáticos ya que en la mayoría de los casos se presenta además un trastorno por consumo de sustancias.

Al respecto, los especialistas realizaron una comparación entre cuatro grupos de hombres entre los 23 y los 54 años de edad. Uno de estos grupos estaba formado por 12 hombres que mantenían un comportamiento violento y que consumían además sustancias psicotrópicas. El segundo grupo se conformó por 12 hombres con conductas agresivas pero que no consumían drogas y un tercer grupo estaba compuesto por 13 hombres adictos a las drogas pero sin signos de violencia. Finalmente, se formó un cuarto grupo con 14 hombres no violentos y sin adicción a las drogas.

A los participantes se les sometió a pruebas de imagen cerebral y test de impulsividad, agresividad, psicopatología y abuso de sustancias en instituciones psiquiatritas y penitenciarias. Como resultados se hallaron diferencias marcadas en los cerebros de los hombres de los diferentes grupos.

De esta manera, los hombres con antecedentes de violencia y comportamientos antisociales poseían un mayor volumen de sustancia gris en las zonas mesolímbicas del cerebro (núcleo caudado derecho, amígdala bilateral y núcleo accumbens izquierdo) mientras que poseían una cierta disminución en la materia gris de la ínsula izquierda. Por su parte, la presencia de antecedentes de consumo de sustancias sin conductas agresivas se relacionó con un menor número de materia gris en otras áreas cerebrales.

De esta manera, se patentiza la existencia de malformaciones a nivel cerebral ante la presencia de desórdenes psicopáticos, por lo que en las personas violentas no solo actúan los factores medio ambientales o educacionales, sino que existe además un daño morfológico. Por ende, quizás se podría trabajar en un futuro en un medicamento que pueda combatir estos síntomas y que vaya de la mano de la terapia psicológica.

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