Fructuosa y diabetes: ¿Amigos o enemigos?
La fructuosa es un tipo de azúcar que se encuentra de manera natural en las frutas y la miel; si bien hoy por hoy se extrae de las mismas y realizándole algunas modificaciones, se utiliza como un edulcorante.
Tradicionalmente la fructuosa ha sido utilizada como el edulcorante por excelencia para las personas con diabetes pero hoy por hoy ya los especialistas no están tan convencidos del tipo de relación que existe entre fructuosa y diabetes.
Pero… ¿por qué se ha preferido la fructuosa frente al azúcar corriente? Sencillamente porque la glucosa es absorbida de manera inmediata por nuestro organismo y causa los picos glucémicos mientras que la fructuosa se metaboliza con más lentitud, almacenándose incluso para aquellos momentos en los cuales necesitemos energía.
Un estudio recientemente publicado en la Journal of the American Society of Nephrology muestra cuán peligrosa puede ser la fructuosa. Se afirma que en la actualidad realmente consumimos más fructuosa que glucosa (en una relación de 55/45) ya que la mayoría de los productos industriales presentan la misma con edulcorante principal.
Así, a lo largo de los años se ha venido perfilando cada vez con mayor nitidez la relación entre el consumo de fructuosa y el Síndrome Metabólico. Estos investigadores de la Universidad de Colorado afirman que la fructuosa sería más dañina para el funcionamiento de los riñones, desempeñando un papel esencial en la hipertensión arterial y las enfermedades renales. De esta forma, causaría daños colaterales a las personas con diabetes.
Debe puntualizarse que como la fructuosa finalmente acaba transformándose en glucosa, ya no se le considera un edulcorante recomendado para todos diabéticos. Además, un consumo elevado de fructuosa se ha relacionado con el desarrollo de obesidad, la gota y los índices elevados de colesterol y triglicéridos en sangre.
No obstante, debe tenerse en cuenta que estos estudios hablan fundamentalmente del consumo de la fructuosa como edulcorante o como añadido a los productos industriales pero la fructuosa contenida naturalmente en las frutas generalmente no causan estos daños y es permitida a las personas con diabetes.