Eliminar el rubor facial con cirugía
El rubor facial es un trastorno caracterizado por el enrojecimiento brusco de la cara sin que exista alguna circunstancia aparente que justifique su aparición. Por lo general suele manifestarse ante situaciones que provocan estrés en la persona como el temor a hablar en público, a estar cerca de algunas personas o simplemente ante el miedo que se experimenta en diversas situaciones puntuales.
En la mayoría de los casos este trastorno suele ocasionar una seria limitación social pues los pacientes que lo padecen temen exponerse ante otras personas y que el rubor delate sus miedos más íntimos. Es por ello que, aunque el rubor facial en sí no es una enfermedad propiamente dicha, las molestias psicológicas que provoca son muy intensas y particularmente difíciles de tratar.
En estos casos generalmente se recomienda una atención y seguimiento médico, que puede consistir en un tratamiento dermatológico o en un tratamiento psicoconductual o psiquiátrico sustentado en una medicación ansiolítica y antidepresiva.
Sin embargo, ahora investigaciones realizadas en la Unidad de Hiperhidrosis y Rubor Facial de la Clínica Universitaria de Navarra aseveran que un procedimiento quirúrgico podría eliminar el rubor facial.
La técnica quirúrgica, que por lo general suele prolongarse durante una hora, consiste en realizar dos incisiones de aproximadamente 1,5 o 2 centímetros a cada lado del tórax. Luego de la cirugía el paciente vuelve a tener una vida normal alrededor de una semana después de la intervención, aunque deberá cuidarse siempre de las posibles complicaciones tras la operación.
Entre las complicaciones más comunes puede aparecer el dolor postquirúrgico o una neuropatía en la zona intervenida, las cuales deberán ser atendidas por un especialista. No obstante, alrededor del 80% de los casos intervenidos manifiestan una recuperación favorable, evidenciándose una eficacia prácticamente del 100% de los pacientes operados.
No obstante, los investigadores puntualizan que no todos los pacientes son operables y que antes de optar por este procedimiento la persona se debe haber sometido a los demás tratamientos sin haber logrado resultados verdaderamente satisfactorios.