El poder de la sugestión
La sugestión ya no solo se aplica en las ciencias psicológicas sino que ha comenzado a utilizarse en las ciencias médicas, sobre todo para incidir fisiológicamente en diversas patologías. Por eso no es extraño que en los últimos años se hayan desarrollado numerosos estudios que intentan explicar con profundidad cuál es el poder de la sugestión.
Al respecto, recientemente se presentó un estudio realizado en 30 pacientes con dolor toráxico a los que se les comunicó que se les administraría un analgésico para aliviar el dolor. A pesar de que lo que se les administró fue solamente una solución salina inocua, los resultados fueron sorprendentes.
A todos los participantes que se les avisó de la supuesta aplicación del analgésico se les desapareció el dolor. Pero lo interesante fue que a la misma vez se apreció un leve estrechamiento de los vasos sanguíneos. ¿Cómo se explica este fenómeno fisiológico si lo que se aplicó fue una solución salina?
Los especialistas explican que este fenómeno puede deberse a la disminución de la necesidad de sangre en el organismo siempre que éste se encuentra relajado. De esta manera también se relaja la actividad del corazón y de los vasos sanguíneos, los que tienden a contraerse un poco en respuesta a la reducción del paso de la sangre por ellos.
Es decir, finalmente se ha comprendido cuál es el mecanismo fisiológico que descansa en la base de las técnicas psicológicas como la relajación y la sugestión. Esto tiene grandes implicaciones ya que un simple estímulo verbal provoca que los pacientes se tranquilicen y se sientan más confiados y relajados, de manera que sus vasos sanguíneos tienden a dilatarse menos, logrando también una disminución notable del dolor toráxico.
Al respecto, los especialistas recomiendan incluir de lleno la sugestión en el ámbito clínico ya que esta sería una técnica mucho menos invasiva para el organismo y reporta resultados similares a los de las técnicas biológicas que se utilizan hasta el momento.