El mal de altura
Según las estadísticas el mal de altura es un trastorno que provoca un elevado índice de mortalidad entre los alpinistas, sobre todo entre los que escalan el monte Everest, la montaña más grande del planeta. En este sentido, se afirma que de diez personas que suben con éxito esta montaña, una pierde la vida; mientras que, para los que alcanzan la cumbre, la posibilidad de sobrevivir es de una entre veinte.
Específicamente el mal de altura es el trastorno fisiológico que se produce en los alpinistas que escalan montañas muy altas. Así, se conoce que a medida que los alpinistas van ascendiendo, su organismo va sufriendo adaptaciones a las condiciones adversas de la montaña como la sequedad del aire, el frío y la falta de oxígeno. Sin embargo, llega un momento en el cual el cuerpo no puede adaptarse a la hipoxia o falta de oxígeno y el organismo comienza a colapsar.
Los especialistas consideran que las causas esenciales del mal de altura son la hipoxia y la elevación de la presión intracraneal. Explican además que con la disminución de la presión atmosférica, el aire con menor densidad cuenta con menos oxígeno lo que provoca el aumento del ritmo y profundidad de la respiración y altera el equilibrio en los gases pulmonares de la sangre. A su vez se incrementa la alcalinidad de la sangre y se altera a nivel celular la distribución de sales como el sodio y el potasio.
Como resultado, el agua se distribuye de manera diferente entre la sangre y los tejidos y el cuerpo debe reaccionar rápidamente produciendo más glóbulos rojos que son los encargados de transportar el oxígeno a los tejidos del organismo. De esta manera comienzan a aparecer síntomas relacionados como el agotamiento físico e intelectual, las alteraciones emocionales, los dolores de cabeza, náuseas y en los casos más severos edema pulmonar o cerebral.
Por supuesto que la gravedad del trastorno está directamente relacionada con la velocidad del ascenso y con la altitud alcanzada por el alpinista. Por tal razón, los especialistas recomiendan realizarse un estudio minucioso de salud antes de la práctica de esta actividad evitando alcanzar alturas excesivas.