¿El estrés siempre te acompaña? Cuidado! Podrías tener un alto riesgo de padecer cáncer

El estrés es uno de los trastornos psicológicos más comunes en la actualidad. Según el Instituto Nacional de Estadística alrededor del 59% de los empleados en toda Europa sufre estrés y todo indica que la cifra se incrementará en la próxima década. Básicamente, se trata de una alteración emocional causada por un agotamiento mental prolongado que conduce a una disminución del rendimiento cognitivo y físico de la persona.

Sin embargo, lo más peligroso del estrés es que también puede convertirse en un detonante de otros trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad, a la vez que aumenta el riesgo de padecer alteraciones metabólicas, trastornos del corazón, enfermedades crónicas e incluso, cáncer. Así lo ha demostrado recientemente un estudio canadiense realizado en la Universidad de Montreal y el INRS.

Estrés y cáncer: Dos enfermedades estrechamente relacionadas

El estudio publicado en la revista Preventive Medicine analizó el nivel de estrés y la aparición de algunos tipos de cáncer en los participantes. Los investigadores encontraron que las personas que habían sufrido estrés laboral durante 15 y 30 años, e incluso más de 30 años, tenían un riesgo mayor de padecer cáncer de pulmón, de colon, recto y estómago.

Los hombres fueron los que presentaron un riesgo más elevado de desarrollar cáncer debido al estrés mantenido, sobre todo si trabajaban como bomberos, capataces, mecánicos de coches y equipos ferroviarios o ingenieros industriales y aeroespaciales. El riesgo aumentaba aún más si la persona tenía un temperamento ansioso, estaba atravesando por problemas financieros, tenía condiciones de trabajo difíciles e incluso peligrosas, percibía demasiada carga laboral o lidiaba a menudo con conflictos interpersonales en el ámbito laboral.

No obstante, este no es el primer resultado de este tipo. Otra investigación publicada en la revista Nature encontró que las células del cuerpo afectadas por el estrés son capaces de emitir señales que afectan a las células sanas vecinas y que estimulan el desarrollo tumoral.

Básicamente, los científicos encontraron que existen dos genes mutantes en la base de esta relación, el RasV12 responsable de un 30% de los cánceres, y el gen supresor de los tumores scrib, que cuando tiene una alteración estimula el desarrollo cancerígeno. Se ha demostrado que por sí solos estos genes no causan cáncer, pero cuando están sujetos a un estrés prolongado su función se altera y el desarrollo de las células cancerígenas se activa. Un efecto muy peligroso, sobre todo si se mantiene durante mucho tiempo.

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