Efectos de la aspirina: aumenta las probabilidades de supervivencia después de un ataque cardiaco
La aspirina es uno de los medicamentos más multifacéticos e internacionales que existe ya que se utiliza como un analgésico, antiinflamatorio, antipirético y antiagregante plaquetario. De hecho, la corteza del sauce blanco, de la cual se extrajo el principio activo para realizar la aspirina, era utilizada desde hace siglos por los antiguos egipcios.
A pesar de la antigüedad de la aspirina, hoy por hoy continúan descubriéndose sus efectos sobre la salud humana. Uno de los efectos de la aspirina más positivos que se ha publicado recientemente en la American Journal of Medicine hace referencia a que puede reducir en un tercio la probabilidad de desarrollar un segundo ataque cardiaco. De hecho, se afirma que la reducción de la mortalidad que se ha apreciado entre los años 1975 y 1995 en el primer mes después de un ataque cardíaco se debe al uso de la aspirina.
Los investigadores, que provienen del Veterans Affairs Medical Center en Palo Alto y de la Universidad de Standford en California afirman que la aspirina es un medicamento esencial que reduce las probabilidades de morir después de un ataque cardiaco. ¿Por qué?
Sencillamente debido a que la causa principal del ataque cardiaco son los coágulos por lo cual los médicos se ven obligados a practicar la angioplastia, un procedimiento quirúrgico que permite desobstruir las arterias o emplear fármacos como los beta-bloqueantes. No obstante, el uso de medicamentos mucho más simples como la aspirina podría tener los mismos efectos.
Cuando la persona sangra, las plaquetas se acumulan en el área dañada y, junto con las proteínas, actúan taponando la herida. La aspirina disminuye la acumulación o agregación de las plaquetas. Es por esto que la aspirina podría actuar eliminando el coágulo que tapona el vaso sanguíneo.
Aún así, debe aclararse que el uso de la aspirina no reduce el riesgo de que se presente un primer ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular, sino que solamente reduce el riesgo de un segundo evento. También se conoce que en el sexo femenino quienes ingieren pequeñas dosis de aspirina cada dos días se exponen a un riesgo mucho menor de desarrollar un accidente cerebrovascular; si bien éste no es un tratamiento que pueda incidir de manera importante en la posibilidad de desarrollar un ictus.