Dieta sin carbohidratos
Aunque debe partirse del principio que afirma que una dieta verdaderamente sana es aquella donde se presentan los carbohidratos, las proteínas y las grasas en su justa proporción; siempre existen algunas propuestas dietéticas ideales para adelgazar que pueden seguirse durante periodos de tiempo cortos. Tal es el caso de la dieta sin carbohidratos, que se ha popularizado en la última década.
Como su nombre lo indica, una dieta sin carbohidratos elimina tanto el azúcar como los hidratos de carbono y generalmente propicia una pérdida de peso bastante rápida si bien debe puntualizarse que si se mantiene durante periodos prolongados se corre el riesgo de causar un daño importante a los riñones y el hígado.
Esta dieta está orientada sobre el concepto del índice glucémico, afirmando que mientras más bajo sea el índice glucémico de los alimentos, mejor es. Lo interesante es que en esta dieta no se hace referencia a cantidades específicas de alimentos ya que se puede comer todo aquello que se desee evitando siempre que se evite el azúcar y los alimentos con un elevado índice glucémico como son: la miel, las frutas, los zumos, las sodas, los dulces, las zanahorias cocinadas, las patatas, el pan, la pasta, la cerveza y en general todas las bebidas alcohólicas.
Entonces, ¿qué se podría comer?
Fundamentalmente las carnes magras excepto la de cerdo, las verduras, los quesos, el yogurt blanco y el pan integral, siempre que no se excedan los 100 gramos al día divididos en dos porciones.
Como ya se ha afirmado, la dieta sin carbohidratos, cuando se sigue durante mucho tiempo, puede provocar algunos síntomas como el dolor de cabeza, el aumento de la presión arterial, calambres y diarreas o estreñimiento. Además, al obligar al cuerpo a utilizar la grasa como la principal fuente de energía, podría evidenciarse un exceso de cuerpos cetónicos (que resultan normales pero que en exceso podría causar acidosis y daños al sistema nervioso central).
En resumen, que la dieta sin carbohidratos puede ser efectiva para perder peso de manera rápida pero no debemos abusar de la misma y quizás es preferible optar por una opción dietética que propicie una pérdida de peso más prolongada en el tiempo pero que a la misma vez sea más segura para nuestra salud.