Arteritis de células gigantes

La Arteritis de células gigantes es una vasculitis sistémica crónica de los vasos de grueso y mediano calibre. Se caracteriza por la inflamación crónica de los vasos sanguíneos de gran tamaño, sobre todo de los vasos de las ramas craneales de las arterias que se originan en el saco aórtico. Aunque debe puntualizarse que esta problemática puede afectar por igual a todos los vasos sanguíneos del organismo.

La Arteritis de células gigantes suele afectar a las personas mayores de 50 años de edad y generalmente son más comunes entre el género femenino. El inicio del trastorno suele ser lento y gradual, presentándose de manera frecuente con una cefalea frontotemporal intensa y no pulsátil que se irradia hacia la zona de la mandíbula.

La Arteritis de células gigantes también se ha asociado a una hipersensibilidad del cuero cabelludo, a la astenia, la anorexia, la pérdida de peso, fiebre, claudicación mandibular, polimialgia rumática y neuritis óptica. Esta enfermedad puede causar la pérdida total o parcial de la visión y la claudicación de los músculos de la lengua y otros implicados en la deglución. También se han descrito manifestaciones a nivel neurológico como las neuropatías o los accidentes isquémicos transitorios.

En la exploración física realizada a las personas con esta enfermedad puede evidenciarse un engrosamiento y sensibilidad anormal en las ramas frontal y parietal de las arterias así como un aumento de tamaño de las arterias occipitales y postauriculares. Otro detalle peculiar es que los pulsos de dichas ramas y los que se encuentran a nivel del cuello y los brazos pueden haber disminuido considerablemente o estar ausentes por completo.

Para llegar a un diagnóstico certero de la Arteritis de células gigantes las personas deben presentar al menos 3 criterios de los siguientes:

-El desarrollo de los síntomas a partir de los 50 años de edad.

-La aparición de un dolor de cabeza nuevo y de localización diversa a lo usual.

-Alteraciones en la arteria temporal y en la velocidad de sedimentación glomerular así como afectaciones en la biopsia de la arteria temporal.

Para el tratamiento de la Arteritis de células gigantes se emplean fundamentalmente los corticoides de elección de la ACG. Si bien éstos no revierten algunos síntomas como la pérdida de visión, su acción suele ser rápida y efectiva garantizando un buen pronóstico si el diagnóstico fue realizado a tiempo.

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