5 remedios caseros para las várices
Las várices son uno de los trastornos estéticos y de salud que más preocupan a las mujeres. De hecho, los especialistas afirman que esta es una de las razones más frecuentes de consulta estética, pues es un trastorno que afecta a 1 de cada 2 personas mayores de 50 años. Y es que aunque existen diferentes maneras de prevenir las várices, muchas veces se toman las precauciones cuando es demasiado tarde para corregir el trastorno y la cirugía de mínimo acceso es la única solución.
Sin embargo, ¿por qué aparecen las várices?
Las várices surgen como consecuencia de la incapacidad de las venas de retornar la sangre al corazón, de manera que comienzan a dilatarse y aumentar de tamaño hasta que se hacen visibles a través de la piel. De esta forma, es común que aparezcan a medida que se va envejeciendo; no obstante, es un trastorno que comienza a desarrollarse desde mucho antes por lo que tomar algunas medidas cuando aparecen los primeros indicios puede ser muy útil para evitar la cirugía. He aquí, algunos remedios que pueden ayudarte.
¿Cómo reducir las várices?
1. Ungüento de ajo. Esta preparación lleva 6 dientes de ajo, cortados en pequeñas porciones, con 3 cucharadas de aceite de oliva y 1 de limón. Para preparar el ungüento debes mezclar todos los ingredientes y dejarlos reposar durante 12 horas en un recipiente de vidrio debidamente tapado. Una vez que esté listo, se aplica sobre las piernas dando ligeros masajes, sobre todo en la zona de las várices.
2. Té de manzanilla y vinagre de manzana. Prepara un té de manzanilla y agrégale 2 cucharadas de vinagre de manzana. Aplícalo sobre las várices con un algodón 2 veces al día, preferentemente en la mañana y la noche.
3. Vinagre de manzana. El vinagre de manzana solo, aplicado sobre las piernas durante aproximadamente 3 horas, es muy eficaz para mejorar las várices. Pasado ese tiempo, recuerda enjuagar con abundante agua.
4. Infusión de manzanilla, menta y laurel. Para preparar esta infusión añade un puñado de manzanilla, 1 de menta y 1 de laurel en 2 litros de agua hirviendo. Cuando esté fría, agrega 1 cucharadita de bicarbonato de sodio y déjalo reposar un rato. Luego aplica este líquido sobre las várices cada vez que te bañes y déjalo hasta el día próximo.
5. Aceites de almendra e hígado de bacalao. Para este remedio mezcla 2 cucharadas de aceite de almendras con 2 cucharadas de aceite de hígado de bacalao. Aplica la mezcla sobre las várices y déjala cerca de una hora antes de enjuagar con abundante agua.
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