5 hábitos para llevar una vida más sana
Muchos buscan el secreto de la felicidad fuera de sí mismos, quizás en las posesiones materiales o en lograr un trabajo mejor, pero uno de los aspectos comunes a las personas felices es que llevan una vida sana. Sin embargo, los beneficios de desarrollar hábitos más saludables no solo repercuten en nuestro estado emocional sino que también nos regalan más años y, por supuesto, una mejor calidad de vida. Afortunadamente, adoptar hábitos más saludables no es una misión imposible, basta ser perseverantes.
Los hábitos que pueden cambiar tu vida
La mayoría de las personas piensan que para llevar una vida sana es necesario realizar grandes transformaciones pero en realidad bastan pequeños cambios cotidianos, ir poco a poco te permitirá llegar más lejos.
1. Come sano. Comer alimentos naturales como frutas, verduras, cereales y legumbres es esencial para mantener una vida sana. Claro, esto no significa que no puedas comer alimentos no sean tan sanos pero que te agraden mucho (como la pizza, las papas fritas o las galletas de chocolate). Lo importante es que encuentres un equilibrio y que logres comer lo más sano posible pero sin estresarte demasiado o sentirte permanentemente limitado. Una buena estrategia consiste en prepararte en casa la merienda o el almuerzo que llevarás al trabajo, así evitarás las tentaciones.
2. Practica ejercicio físico. Existen cientos de estudios que han demostrado los beneficios del deporte para nuestra salud, tanto física como mental. De hecho, ni siquiera es necesario que entrenes demasiado, media hora al día de ejercicio de intensidad moderada es más que suficiente para mantenerse en forma y de buen humor. Puedes salir a correr, montar bicicleta o nadar, no es imprescindible que te apuntes a un gimnasio y sigas una rutina rígida.
3. Mantén tu mente y tu cuerpo activos. Mantener ocupado tu tiempo en actividades que activen tu cuerpo y mente es una excelente manera de llevar una vida sana. A veces es suficiente con que reduzcas el tiempo que pasas delante del ordenador o el televisor y, en su lugar, programes un paseo al aire libre, un encuentro con los amigos, que leas un buen libro o que te dediques a limpiar el jardín.
4. Programa actividades que te relajen. Hacer las cosas que amas te permitirá relajarte y aliviar las tensiones cotidianas. No necesitas planificar actividades que te roben mucho tiempo, puedes elegir por ejemplo, escuchar un poco de música, leer algunas páginas de un buen libro o sencillamente salir a disfrutar del aire puro y la naturaleza. Se trata de que aprendas a dedicar unos cuantos minutos del día solo para ti y que dejes de lado por un momento todas las preocupaciones y ocupaciones.
5. Disfruta de tu entorno. A menudo vamos por la vida con tanta rapidez que nos perdemos todos los detalles: el perfume de las flores, un bello amanecer, la sonrisa de un niño o jugar con la mascota. Sin embargo, son precisamente estos detalles los que reportan mayor serenidad y felicidad. Por tanto, desarrollar hábitos saludables también implica tomarse su tiempo para disfrutar de las pequeñas cosas que la vida nos regala.
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