¿Prohibir o no prohibir? El Efecto Rebote en las dietas

efecto reboteCuando iniciamos una dieta lo primero que viene a nuestra mente es el hecho de que debemos dejar de consumir precisamente aquellos productos que más nos gustan: el chocolate, el helado… No obstante, precisamente el hecho de prohibirnos estos alimentos provoca el efecto contrario. En Psicología a esto se le llama el Efecto Rebote.

El Efecto Rebote hace referencia al hecho de que cuando nos esforzamos por olvidar o prohibirnos algo; este esfuerzo provoca que ese algo se haga aún más nítido en nuestra mente. Así, si nos prohibimos el chocolate o el helado, terminaremos pensando continuamente en los mismos y solo nos estaremos vapuleando sin razón alguna. De esta manera, los especialistas afirman que en una dieta debemos dejar un pequeño espacio para esos pequeños caprichos.

Esas concesiones que hacemos con nosotros mismos deben ingerirse en pequeñas cantidades, dosificándolas en relación con las calorías consumidas en el día, de forma tal que podamos sentirnos satisfechos, no solo desde el punto de vista del apetito sino también emocionalmente. Darnos este pequeño “gusto” nos permite eliminar la ansiedad que propician las dietas y a la misma vez favorece la fidelidad y el afianzamiento de cualquier tipo de hábito dietético.

De hecho, muchas de las dietas rígidas desembocan en un trastorno alimentario y conducen a problemas psicológicos como la ansiedad permanente o una suerte de masoquismo hedonista enmascarado de autocontrol. Además, muchas de las personas que siguen estas dietas rígidas son más propensos a ganar peso una vez que terminan el régimen dietético porque comienzan a permitirse esos “caprichos” que habían reprimido durante tanto tiempo.

Sin lugar a dudas las dietas constituyen una forma de desarrollar nuestro autocontrol pero eliminar todos aquellos alimentos que nos agradan no es la vía más segura desde el punto de vista emocional. Hallar una vía intermedia es siempre la mejor opción.

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