Prevenir la enfermedad cardiovascular en mujeres

La enfermedad cardiovascular en mujeres, y en especial el ataque cardiaco, usualmente presentan síntomas menos evidentes que en el género masculino y esto provoca que la ayuda especializada llegue con retraso. Por fortuna, hoy se conocen los principales factores de riesgo para las mujeres y existen formas de prevenir la enfermedad cardiovascular.

Factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular en mujeres:

Más allá de los tradicionales factores de riesgo que afectan tanto a hombres como a mujeres, tales como el colesterol elevado, la hipertensión arterial y la obesidad; existen otros factores que desempeñan un rol importantísimo en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular en el género femenino. Estos son:

-Síndrome metabólico: una conjugación de hipertensión arterial, niveles elevados de azúcar y de los triglicéridos y acumulación de grasa en el cuerpo, sobre todo alrededor del abdomen.

-Estrés y depresión: factores que afectan mucho más a las mujeres que a los hombres y que impiden mantener un estilo de vida saludable.

-Fumar: los efectos del tabaco se evidencian de manera mucho más acuciada en las mujeres que en los hombres.

-Niveles bajos de estrógeno: fundamentalmente debido al periodo menopáusico y que afectan esencialmente a las venas y arterias más pequeñas.

¿Cómo prevenir la enfermedad cardiovascular en mujeres?

-Realizar ejercicio físico la mayor cantidad de días posibles a la semana, en un periodo de tiempo que se extienda de 30 a 60 minutos.

-Mantener un peso corporal adecuado a la edad y la estatura, para lo cual es necesario conocer el Índice de Masa Corporal. Se ha demostrado que en las personas que tienen sobrepeso, perder entre 10 y 15 libras ayuda a mantener bajo control la presión sanguínea y reduce el riesgo de diabetes.

-No fumar.

-Asumir una dieta donde no estén presentes aquellos alimentos ricos en grasas saturadas, colesterol y sal.

-Tomar aspirinas. La Asociación Americana del Corazón afirma que tomar una aspirina diaria puede traer muchos beneficios al género femenino, entre ellos, reducir el riesgo de un ataque cardiaco. Obviamente, como todo medicamento, primero es necesario consultar con el médico de cabecera.

De la misma forma, cuando las mujeres sobrepasan los 50 años y tienen alguna enfermedad como la hipertensión o ha pasado por un periodo menopáusico particularmente severo, es necesario que cumpla al pie de la letra las indicaciones médicas que le permitirán mantener controladas estas problemáticas.

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