¿Por qué debes regular la ingesta de vitamina D?

La vitamina D es muy importante para nuestra salud. Desempeña un papel importante en la absorción del calcio, de manera que fortalece los huesos y evita la aparición temprana de enfermedades óseas. También mejora la salud de los músculos, protege al corazón y estimula el proceso de regeneración celular, de forma que su consumo regular es muy beneficioso para mantener la piel radiante y saludable.

Sin embargo, la mayoría de las personas tenemos dificultades para obtener la vitamina D ya que aparte de los peces grasos existen muy pocos alimentos ricos en este nutriente. Además, para que el organismo sintetice esta proteína es necesario exponerse a diario a la luz solar durante una hora o más y la mayoría de nosotros no lo hacemos. Por tanto, no es extraño que alrededor de 1.000 millones de personas en todo el mundo tengan una deficiencia de vitamina D y se decanten por los suplementos para obtener las dosis que necesitan para mantenerse saludables.

Pero, lo que muchas personas no conocen es que consumir muy poca vitamina D puede ser tan perjudicial como tomarla en exceso. Se ha demostrado que consumir dosis elevadas de vitamina D durante largos períodos de tiempo puede conducir a una intoxicación por vitamina D, con los consecuentes problemas que esto implica para la salud.

3 efectos negativos de consumir demasiada vitamina D

1. Aumenta el riesgo de hipercalcemia. Los niveles elevados de vitamina D en el organismo incrementan las probabilidades de padecer hipercalcemia, un trastorno caracterizado por los niveles elevados de calcio en sangre. Se trata de una alteración que puede provocar fatiga, mareos, distensión digestiva, dolores de estómago, sed excesiva y calcificación en los huesos.

2. Provoca la pérdida del apetito. Un estudio realizado en el SheriKashmir Institute of Medical Sciences desveló que las personas que consumen altas dosis de vitamina D durante largos períodos de tiempo suelen perder el apetito. Un problema que no solo puede provocar una reducción brusca de peso sino también alteraciones en el metabolismo o una deficiencia nutricional.

3. Incrementa las probabilidades de padecer insuficiencia renal. La ingesta excesiva de vitamina D aumenta el riesgo de padecer insuficiencia renal como consecuencia del esfuerzo que deben realizar los riñones para eliminar el exceso de esta proteína. Así lo demostró una investigación publicada en la revista Clinical Nephrology que, tras analizar el efecto de inyecciones de vitamina D en 62 personas, encontró que una sobredosis de esta vitamina puede desencadenar una insuficiencia renal, incluso si la persona nunca antes ha presentado alteraciones en los riñones.

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