¿Por qué comemos más en los restaurantes?
Probablemente te habrás dado cuenta de que cuando sales a cenar fuera sueles comer mucho más que en casa. Además, los platos de los restaurantes suelen tener más calorías por lo que son menos saludables y engordan. Si somos conscientes de ello, ¿por qué comemos más en los restaurantes y elegimos los platos más dañinos? Un curioso estudio realizado en la Universidad de Duke arroja nuevas luces sobre este fenómeno.
Básicamente, la presencia de un plato saludable en el menú nos impulsa a pedir platos que no son tan saludables, nos da el “vía libre” para elegir opciones que nos aportan más calorías. De hecho, la elección de la comida en un restaurante está determinada por numerosos factores y muchos de ellos se escapan de nuestro control, al menos desde el punto de vista consciente.
Los dos factores determinantes a la hora de elegir un plato
Según la susodicha investigación, existen dos aspectos fundamentales en el momento de elegir un plato: la figura del camarero y la configuración del menú. Estos factores determinan nuestra elección a un nivel inconsciente; es decir, sin que nos percatemos de ellos.
En un experimento realizado con 183 estudiantes se confeccionaron dos cartas, en una había un sandwich vegetal (considerado como un plato muy saludable) y en la otra solo había bocadillos de carne. Así, los investigadores apreciaron que el 37% de las personas elegían el plato más dañino y calórico cuando se les presentaba un menú con un plato saludable mientras que este número se reducía a solo el 17% cuando no se presentaban platos con vegetales.
Todo parece indicar que la mera presencia de un plato saludable, hace que consideremos que los otros platos son menos dañinos, haciendo que bajemos la guardia y apostemos por ellos.
Por otra parte, también se apreció que el aspecto de los camareros incide en nuestras elecciones a la hora de seleccionar los platos. En práctica, si los camareros tienen sobrepeso, tendemos a pedir platos con más calorías que si los camareros son delgados. Específicamente, el 59% de las personas eligió los platos más calóricos del menú cuando les servía un camarero con sobrepeso mientras que solo el 36% lo hizo cuando les atendió un camarero delgado.
Los investigadores creen que esto se debe a que nos comparamos con la figura de esta persona y, si nos vemos más delgados, nos damos licencia para romper la dieta.
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