Nuevo tratamiento para la hepatitis C
Un nuevo tratamiento para la hepatitis C ha sido dado a conocer en la New England Journal of Medicine y ha salido del Instituto Municipal de Investigación Médica del Hospital del Mar de Barcelona. Según este estudio, que corresponde a un ensayo clínico en fase III, se ha dado un paso esencial en el tratamiento de la hepatitis C al combinar la terapia clásica con un nuevo fármaco, elevándose de esta manera hasta el 70% de las tasas de curación, incluso en las pacientes más difíciles de tratar.
El estudio afirma que el nuevo tratamiento está indicado solamente para el genotipo 1 de la enfermedad. En estos casos de hepatitis C el tratamiento ataca directamente la proteasa del virus e impide que se multiplique, aumentando las tasas de respuesta de un 40% al 45% hasta un 69% o el 75%.
El tratamiento se sustenta en la terapia convencional a base de interferón pegilado y ribavirina, combinándose con el Telaprevir, un medicamento que ha sido aprobado ya por las autoridades sanitarias estadounidenses y se prevé su pronta aparición en el mercado europeo.
Esta novedosa combinación eleva las tasas de curación existentes entre el 30% y el 35% hasta un 70% de probabilidades, suponiendo también una esperanza para aquellas personas que no han respondido bien ante la medicación.
Según los especialistas, el tratamiento tendrá dos momentos esenciales. En un primer momento deberá administrarse el Telaprevir durante 12 semanas, mientras que el resto del tratamiento deberá continuarse entre seis y doce meses atendiendo a las peculiaridades y necesidades específicas de cada paciente. Aunque en los pacientes que manifiesten una respuesta positiva al tratamiento durante las primeras cuatro semanas, el tiempo posterior de tratamiento podrá reducirse de seis meses a un año.
De esta manera, el estudio ha confirmado la aparición de una respuesta óptima de supresión viral y bajos índices de recaída después de este tratamiento, con lo que se confirma una mejora sustancial en términos de respuesta virológica sostenida, evitando la progresión de la enfermedad hacia una cirrosis o cáncer de hígado.