Los efectos adversos de la aspirina ¿Podría provocar problemas en la vista?

La aspirina es ampliamente conocida por sus numerosos efectos beneficiosos sobre el organismo y, en especial, sobre el sistema circulatorio. Sin embargo, los especialistas recomiendan dosificar su uso y tomarla solo bajo prescripción médica ya que este fármaco también puede provocar efectos adversos.

Entre los efectos adversos de la aspirina se encuentran: la irritación gástrica, los vómitos, las náuseas y la úlcera gástrica. Más allá de estos problemas comunes, algunas personas también pueden sufrir ataques de asma, experimentar cambios en la piel o tener problemas hepáticos.

En algunos casos suele registrarse nefritis así como determinados procesos inflamatorios del riñón, disminución de la audición, algunos estados de psicosis aguda, estupor y vértigos. Es común además que la aspirina ocasione una elevación de las enzimas hepáticas provocando hepatitis, disfunción renal y sangrados frecuentes.

En este sentido, un equipo de investigadores del Instituto para la Neurociencia y del Centro Médico Académico de Holanda realizaron un estudio en el cual se evidenció que los adultos mayores que consumen diariamente aspirina resultan dos veces más propensos que aquellos que no lo hacen a padecer de degeneración macular avanzada.

El estudio realizado en 4.700 adultos (mayores de 65 años de edad) muestra que la aspirina no ocasiona una pérdida visual de manera directa pero su consumo frecuente tiende a exacerbar un trastorno ya existente de disminución visual. En otras palabras, la aspirina no provocaría defectos en la vista pero si ya estos existen, el avance de la enfermedad es mucho más rápido.

Los investigadores apreciaron que 4 de cada 100 personas que consumían frecuentemente la aspirina padecían de una forma avanzada de la degeneración macular. Esta incidencia era más pequeña (2 de cada 100) para los consumidores menos habituales de aspirina.

Además, comprobaron que estos datos no guardaban relación alguna con la severidad de la enfermedad cardiovascular que poseían, pues sin importar el estado de salud, los pacientes que consumían frecuentemente aspirinas, poseían un riesgo mayor de desarrollar la pérdida visual.

Así, el mensaje es muy claro: la aspirina es un medicamento que debe ser consumido bajo prescripción médica, sobre todo si ya se padece de problemas en la vista.

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