Las causas de la tartamudez
La tartamudez es un trastorno de la comunicación que afecta la expresión verbal del lenguaje de la persona. Al respecto se calcula que cerca de 7 de 1000 personas en el mundo padecen esta enfermedad, siendo mucho más común entre los hombres que en el sexo femenino.
Los especialistas aún no han podido precisar las causas de la tartamudez. Sin embargo, consideran que puede deberse a una variación genética, debido a que han encontrado una alteración en tres componentes genéticos en la secuencia de los pacientes afectados.
En este sentido, se considera además que la forma más común de tartamudez se relaciona con el desarrollo pues generalmente se evidencia durante el proceso de desarrollar el habla y el lenguaje. Este tipo de tartamudez se manifiesta esencialmente cuando las capacidades lingüísticas de un niño no pueden satisfacer sus demandas verbales y en la mayoría de los casos la alteración suele superarse.
La tartamudez suele comenzar también debido a la presencia de un trastorno neurogénico, donde surgen problemas en las señales que trasmiten el cerebro o los nervios por alguna lesión subyacente. De esta manera, el cerebro no puede coordinar adecuadamente los diferentes componentes del mecanismo del lenguaje y se altera la expresión del mismo.
Existen también otras formas de tartamudez que se originan en la mente denominadas psicogénicas y que ocurren en personas que tienen una enfermedad mental, o en casos de estrés o depresión graves. En estos casos generalmente suelen aparecer síntomas de depresión, miedo y ansiedad provocados por la propia incidencia del trastorno.
No obstante, a pesar de que las causas de la tartamudez pueden ser muy variadas y deberán profundizarse en cada caso de manera individual, los científicos aseveran que desde el punto de vista neurofisiológico, quienes padecen de este problema presentan un funcionamiento deficiente en los centros asociados con el lenguaje en el hemisferio izquierdo (que se intenta compensar con mecanismos del hemisferio contrario). Las investigaciones realizadas en este campo también han asociado el trastorno con factores genéticos, psicolinguísticos, con alteraciones en la lateralidad y la presencia de traumas cerebrales.