La sequedad bucal

La sequedad bucal (o boca seca) es la sensación de que no hay suficiente saliva en su boca. Esta sensación la hemos sufrido todos en algún que otro momento de nuestras vidas, sobre todo en el verano o si experimentamos nerviosismo, enojo o estrés. No obstante, hay personas que siempre experimentan la sequedad bucal y esto les provoca una gran incomodidad e incluso acarrea problemas de salud.

El síntoma principal de la boca seca es una sensación pegajosa y seca en la boca pero también se evidencian problemas para masticar, tragar o incluso para hablar. En algunas ocasiones también se siente ardor en la boca y aparecen llagas en la misma. Además, en ciertos casos la sensación de sequedad puede expandirse hasta la garganta o los labios. Las infecciones en la boca también son frecuentes.

Vale aclarar que la sequedad bucal no es una característica normal del envejecimiento sino que es síntoma de otra enfermedad por lo que las personas deberían acudir al especialista para realizarse un análisis completo en la búsqueda de la causa. De hecho, se conoce que entre un 20 y un 30% de las personas en todo el mundo tienen este problema.

Dentro de los problemas que provoca la boca seca se encuentran la aparición rápida de caries y de la gingivitis ya que como no se posee un flujo salival, será imposible eliminar todas las bacterias que se acumulan en la boca.

Algunas de las causas de la sequedad bucal son: daño en los nervios, trastornos de las glándulas salivares, la presencia de diabetes, el VIH o el síndrome de Sjögren. También existen más de 500 fármacos que pueden provocar este problema, al igual que la radioterapia aplicada en zonas cercanas al cuello.

Obviamente, el tratamiento de la sequedad bucal dependerá de la causa de la misma pero en sentido general se utilizan substitutos de la saliva. No obstante, para aliviar el síntoma se recomienda tomar sorbos frecuentes de agua, bebidas sin azúcar. De la misma forma, se deben evitar las bebidas con cafeína, el alcohol y el tabaco. También se recomienda masticar lentamente los alimentos para potenciar la producción de saliva y mantener una adecuada higiene bucal.

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