La dieta después de la cirugía bariátrica

La cirugía bariátrica es un procedimiento quirúrgico dirigido a reducir la capacidad gástrica del organismo y que interviene en el aprovechamiento de los alimentos ingeridos y de las grasas absorbidas por el intestino. Normalmente con este procedimiento el estómago se reduce al tamaño de un huevo por lo que tiene la capacidad suficiente para digerir los alimentos que caen casi por gravedad. Aunque esta idea puede resultar tentadora para perder peso, esta transformación tan drástica provoca cambios fisiológicos que a su vez requieren la adopción de nuevas costumbres alimentarias.

Así, la dieta después de la cirugía bariátrica debe cambiar. Las comidas deben ser más sencillas y de muy poco volumen, hipocalóricas y con ciertas limitaciones en el consumo de vitaminas y minerales. De esta manera, la dieta postcirugía bariátrica tendrá un volumen aproximado de 50 ml a 100 ml, con una concepción máxima de 800 a 1.200 kilocalorías.

En la primera etapa de la dieta deben administrarse solamente líquidos claros durante dos o tres días como caldos desgrasados, zumos diluidos, infusiones o agua de arroz. Posteriormente y hasta cerca de las seis semanas se continúa con una dieta líquida, baja en grasa y con un elevado contenido de proteínas que son necesarias para el reestablecimiento del organismo. Ya en este momento se puede consumir yogurt líquido o los productos comerciales específicos para aquellos que no toleran bien los alimentos.

Aproximadamente luego de dos meses según la evolución del paciente se puede comenzar una dieta triturada que incluye alimentos de consistencia muy blanda y con alto contenido proteico como el pollo, el pescado blanco, el huevo o quesos bajos en grasas. También suele consumirse legumbres o cereales integrales, aunque estos alimentos poseen por lo general dificultades para atravesar el estómago hacia el intestino. En este período deben evitarse los embutidos, quesos grasos, frutos secos, patés y otros alimentos con elevadas proporciones de grasas pues por lo general suelen causar fuertes dolores abdominales, flatulencia, esteatorrea, frenando además la curva de pérdida de peso.

Después de varios meses de alimentos triturados la incorporación de una dieta normal dependerá de la recuperación de cada persona, pero siempre velando por la selección y la preparación adecuada de los alimentos cuya meta debe ser conseguir una dieta variada, baja en grasa y azúcares y rica en verduras, frutas y proteínas.

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