La dieta del grupo sanguíneo: ¿Funciona?
Probablemente una de las dietas más extendidas para perder peso es la que se refiere a la dieta del grupo sanguíneo. Este sistema se comenzó a popularizar en la década de los ’50 del siglo pasado y ganó múltiples adeptos por el hecho de que en aquel tiempo aún no se comprendía con exactitud el metabolismo humano. Hoy por hoy se conoce que la dieta del grupo sanguíneo no es totalmente eficaz y que incluso puede afectar el aporte de los nutrientes que necesitamos para desarrollar una vida normal.
La dieta del grupo sanguíneo afirma que, en relación con el tipo de sangre, la persona posee una morfología y un aparato digestivo diverso por esta razón sería necesaria una dieta que respete estos patrones.
Por ejemplo, esta dieta afirma que las personas de grupo sanguíneo A deben consumir preferentemente vegetales y productos ecológicos. Las personas que pertenecen al grupo sanguíneo B deben evitar los alimentos como el maíz, el tomate, las lentejas, el pollo y el trigo pues se consideran tóxicos. Por otra parte, las personas del grupo AB deben evitar la cafeína y el alcohol y deben optar por alimentos de origen marino, los productos lácteos y los vegetales. Finalmente las personas del grupo 0 deben basar su dieta en alimentos de origen animal y evitar los carbohidratos.
Como puede apreciarse, esta dieta propone un régimen alimenticio no equilibrado que, a la larga, terminará provocando ya sea un déficit de proteínas, de minerales o de vitaminas en las personas que la sigan durante un tiempo prolongado. De hecho, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición incluye la dieta del grupo sanguíneo dentro de las denominadas “dietas milagro” que pueden provocar daños a la salud.
En la comunidad científica hasta el momento no se ha descubierto la existencia de una relación entre el grupo sanguíneo y la utilización del tejido graso por lo que todas aquellas personas que deseen perder peso deben consultar un especialista en nutrición que diseñe una dieta personalizada en base a su estado de salud real.