Herencia y cáncer: Las relaciones ocultas

El cáncer se ha convertido en una de las patologías más frecuentes que ataca la población mundial. Suele afectar a personas de cualquier etnia, edad o nivel socioeconómico y manifestarse en las más disímiles e inesperadas zonas del cuerpo. Respecto a sus causas, se conoce que tiene un marcado carácter genético, aunque los factores medioambientales y otros elementos personales de riesgo también juegan un papel importante en su aparición.

En este sentido, un reciente estudio ha venido a confirmar el carácter genético y hereditario del cáncer. El estudio publicado en la revista BMJ afirma que los hijos cuyos padres han sido diagnosticados con cáncer tienen un riesgo mayor de padecerlo también.

Al respecto, se conocía que cuando los padres eran diagnosticados con cáncer en edades tempranas, sus hijos tenían un elevado riesgo de padecer también esta enfermedad. Sin embargo, esta investigación, además de comprobar estos datos, ha encontrado que el riesgo se mantiene incluso si el cáncer ha sido diagnosticado en los padres a una edad avanzada.

Para algunos tipos de cánceres el aumento del riesgo de padecerlo en los hijos resultó discreto (2,8% para el cáncer de vejiga y 3,5% para el cáncer de piel), sin embargo, en otras variaciones el incremento del riesgo fue sustancial, como en el caso del cáncer de mama con un 8,8% y el cáncer de próstata con un 30,1%.

En el estudio los investigadores no pudieron hallar una explicación de origen no genético a este incremento en el riesgo, por lo que aseveran que el factor hereditario familiar juega un papel importantísimo en el diagnóstico del cáncer en las personas. Al respecto, explican que estos resultados podrían emplearse en la prevención puesto que si se conoce que existe el riesgo de padecer determinado tipo de cáncer, podrían controlarse las variables implicadas en su desarrollo.

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