El baby lag: ¿Qué es?

bebeDurante los primeros días después del nacimiento del bebé, todo es alegría y felicidad pero a medida que el tiempo transcurre el cansancio toca a la puerta y esa energía comienza a desaparecer. Así, es completamente normal que el agotamiento y la falta de sueño se apoderen de los padres, un fenómeno que se ha bautizado como “baby lag”.

El baby lag es un vocablo que se utiliza para describir el trastorno del sueño que aparece como consecuencia de su privación, en términos de calidad y cantidad (dormir menos de 6 horas diarias durante algunas semanas) debido a los cuidados que demanda el bebé. Este fenómeno afecta aproximadamente al 77% de los padres pero el hecho de que sea tan común no significa que sea inocuo, de hecho, acarrea diferentes consecuencias para la salud.

¿Cuáles son sus consecuencias?

El baby lag es un trastorno provocado por la privación del sueño que desgasta mucho a los padres, pues al cansancio físico se le suma una preocupación constante sobre el estado del bebé que tampoco facilita el descanso mental. Como resultado, los padres comienzan a tener tiempos de reacción más lentos y una menor capacidad de concentración, lo cual se extiende a todas sus áreas de acción.

Además, el baby lag también suele afectar la memoria y la capacidad para resolver problemas, consecuencias secundarias de la afectación de la atención. Asimismo, es común que aparezca un cansancio extremo, algunos padres lo refieren como “la sensación de no poder mantenerse en pie”, lo cual genera una gran irritabilidad que provoca discusiones de pareja.

3 formas de manejar el baby lag

Aunque es imposible evitar el baby lag por completo, sí puedes tomar algunas medidas para minimizar su impacto y sentirte mejor.

1. Aprovecha cada momento que tengas para dormir. No importa si es de noche o de día, cuando nazca el bebé tus horarios de sueño tendrán que adaptarse a los suyos. Lo ideal es hacer turnos con tu pareja de manera que puedas descansar mejor, sin la tensión de tener que levantarte para atender al pequeño.

2. Potencia el sueño de tu bebé. Cuánto mejor duerma tu bebé, mejor podrás dormir tú. Por eso, intenta crear rutinas de sueño que le tranquilicen y asegúrate de que no hay ruidos que puedan despertarle en su habitación. Se recomienda que siempre utilices una iluminación tenue porque las luces demasiado intensas pueden alterar su sueño.

3. Mantén la calma y aleja las preocupaciones. Si cuando tienes la oportunidad de dormir, llegas a la cama con miles de preocupaciones en la mente, es probable que no descanses mucho. Puedes prepararte una tizana, practicar técnicas de relajación o escuchar música que te ayude a dormir.

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El baby lag: ¿Qué es?
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