Consejos para dejar de fumar: El primer paso

En nuestros días el dejar de fumar se ha convertido en una prioridad para una buena parte de las personas que mantienen este hábito. Sin embargo, una cosa es lo que se desea y otra bien distinta es lo que realmente se logra en la práctica.

Los especialistas refieren que muchas de las personas fumadoras realmente quieren abandonar este hábito pero en la mayoría de los casos la complejidad del  proceso de desintoxicación les impide dejar el cigarro. Esta idea también está confirmada desde el punto de vista estadístico. Por ejemplo, en España se conoce que aproximadamente el 70% de las personas fumadoras desean dejar el cigarro pero sorprendentemente solo el 4% logra su objetivo.

Por eso se hace indispensable seguir algunos consejos para dejar de fumar que, lejos de constituir patrones rígidos, se convierten en algunas recomendaciones útiles sobre todo para prepararse a enfrentar el proceso.

En primer lugar debe fomentarse una fuerte motivación para dejar el cigarro, pues esta incitación resultará el motor impulsor que llevará al fumador a poner en práctica los mecanismos de autorecuperación. En este momento es imprescindible retomar los diferentes motivos que impulsan a la persona fumadora a dejar su hábito y anotarlos todos en un papel de manera que puedan leerse continuamente en cualquier momento. No importa si los motivos están relacionados con la salud, la mejoría de la apariencia personal o la aceptación social; lo importante es que estos motivos resulten verdaderamente significativos para la persona fumadora.

Posteriormente, sería conveniente elegir un día preciso en el calendario para comenzar con el proceso de desintoxicación, empezando la preparación con antelación. Entonces se hará un autorregistro donde el fumador llevará las estadísticas de cada cigarrillo que fuma, describiendo además el lugar y las circunstancias en que lo hace.

Este autorregistro deberá seguirse durante un tiempo prudente, intentando siempre eliminar los cigarrillos que resulten más fáciles. Pasados unos días, se hará una evaluación de cuales son las condiciones en la vida diaria que propician el consumo “casi necesario” del cigarro. De esta manera se podrá pensar en cómo evitar estas circunstancias.

Por ejemplo, si uno de los cigarrillos necesarios es el de comenzar el día, podríamos alargar su consumo practicando otras actividades que nos desvíen de esta necesidad como podrían ser los ejercicios matutinos o consumir alguna bebida o comida en su lugar.

De esta manera, cada cual podrá ir perfilando cuales son las circunstancias que sustentan el hábito de fumar e intentarán evitarlas a partir precisamente del día que se había señalado para comenzar a dejar de fumar definitivamente.

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