¿Cómo proteger el corazón?

Afortunadamente, proteger el corazón no es complicado, basta seguir algunas indicaciones que incluso mejorarán tu calidad de vida.
– Ejercicio físico intenso. Todos conocemos que la actividad física nos hace bien, fundamentalmente porque nos permite mantener el peso corporal y de esta forma prevenimos la hipertensión y el colesterol alto, los principales factores de riesgo para un infarto cardiaco. Ahora científicos de la Universidad de Trondheim, en Noruega, van más allá y nos dicen que existen unos límites óptimos para la práctica de ejercicio físico: realizar una actividad intensa (preferiblemente una carrera). Gracias a esto, se puede prevenir el síndrome metabólico.
– No fumar. El humo del tabaco es uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de ateroesclerosis e infartos, incluso si eres un fumador pasivo, es decir, si solo inhalas el humo del cigarro de otra persona.
– Seguir una dieta sana y equilibrada. Reduce el consumo de grasas y sal y aumenta el consumo de verduras y frutas. Recuerda que en una dieta sana debe haber una relación proporcional entre las grasas, los carbohidratos y los azúcares. Por ende, lo ideal es que acudas a un especialista en nutrición que pueda realizarte un plan a medida. Obviamente, las dietas yo-yo hacen más mal que bien, por ende, evítalas por completo. Es mejor que la pérdida de peso sea progresiva.
– Acude al médico. Ante cualquier síntoma alarmante, acude al médico y pide un examen, sobre todo si comienzas a sentir problemas para respirar, te cansas con frecuencia o se te inflaman los pies. De esta forma podrás prevenir males mayores.