¿Cómo controlar la ingesta emocional?
La ingesta emocional es un concepto relativamente nuevo que hace referencia al deseo de comer no porque se sienta hambre sino para controlar los estados emocionales como la ansiedad o el estrés. Como puedes suponer, se trata de un gran problema que puede conducir al sobrepeso y provocar muchísimos problemas de salud, desde diabetes hasta hipertensión.
¿Cómo saber si estás comiendo para regular tus estados de ánimo? En realidad es muy sencillo descubrirlo porque estas personas comen a todas horas pero su apetito aumenta, sobre todo, cuando están pasando por una situación particularmente estresante. Además, cuando se come, se siente un alivio momentáneo de la tensión para después sentirse en culpa por haber sucumbido a la tentación.
Cinco ideas clave para controlar la ingesta emocional
1. Escribe sobre lo que sientes. En vez de canalizar tus emociones a través de la comida, comienza un diario donde viertas tus sentimientos. Numerosos estudios han demostrado que escribir sobre los problemas tiene un enorme poder catártico y nos permite solucionar los problemas con mayor rapidez.
2. Realiza las compras de manera racional. Adelántate a tus impulsos, realiza una lista de la compra donde escribas solo lo que realmente necesites y, cuando vayas a la tienda, cíñete estrictamente a ella. Sobre todo, evita comprar dulces y comida preconfeccionada, que son grandes tentaciones en momentos de estrés. Si tienes que cocinar la comida, te lo pensarás dos veces antes de sucumbir al primer impulso.
3. Coloca en el plato las raciones justas. Se sabe que comer directamente de las ollas o picotear nos hace ingerir una mayor cantidad de alimentos y estos no tienen el mismo poder saciante. Por tanto, sírvete en el plato lo que vas a comer y guarda el resto. Si no tienes la comida frente a ti, disminuyen las probabilidades de que te sirvas por segunda vez.
4. Jamás comas mientras estás realizando otra actividad, como viendo la televisión. Se ha demostrado que si no le prestas atención al acto de comer, comerás más y seguirás teniendo hambre. Por tanto, cuando vayas a comer, concéntrate solo en ello, necesitarás dosis menores para saciarte.
5. Aprende técnicas de relajación. Estas te ayudarán a manejar la tensión y harán que comas menos ya que tendrás una excelente herramienta para disminuir la ansiedad y el estrés.
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