¿Clara de huevo o yema?
Naturalmente, uno de los aspectos fundamentales en una dieta es la adecuada selección de los alimentos que vamos a comer. Pero, además, es importante saber de qué manera comerlos. Esto es lo que ocurre en el caso del huevo. Porque sus propiedades nutricionales pueden cambiar considerablemente en función de si elegimos la clara de huevo o la yema.
La yema del huevo contiene primordialmente grasa animal, y está asociada con un aumento del colesterol en la sangre. Con seguridad habrás escuchado la frase “dos huevos por semana”. Este dicho, un tanto anticuado, se debe a que la cantidad de grasa de la yema hace peligrosa la ingesta de más de dos huevos enteros por semana.
Pero, ¿qué pasa con la clara? La historia es bien diferente, ya que la parte blanca del huevo contiene proteínas de alto valor biológico, pero sin nada de grasas. Es por ello que la clara de huevo es un alimento excelente para una dieta que busque ganar masa muscular y a la vez cuidar el consumo de lípidos. En síntesis, no tienes que limitar tu cantidad de huevos a dos por semana si sólo consumes a clara.
Puedes incluir la clara de huevo cocida en numerosas ensaladas o en preparaciones como tartas, calzones o acompañamientos. También es una opción ideal para un sandwich que puedes acompañar con una feta de queso magro y algo de verduras (esta es una muy buena alternativa para incorporar proteínas con poca grasa, además de comer con muchas vitaminas y minerales).