Beneficios de la sardina
La sardina es uno de los pescados más comunes en España y en buena parte de Latinoamérica. La sardina forma parte del grupo de los pescados azules y, por ende, contiene mucha más grasas pero también es más energético y posee más vitaminas, en comparación con los pescados blancos.
Para que se tenga una idea de los beneficios de la sardina, baste decir que las mismas contienen un 18% de proteínas, vitaminas D, A, B2, B3 y B12 y oligoelementos como el hierro, el fósforo, el sodio, el magnesio y el calcio. Unos 100 gramos de sardina nos brindan aproximadamente 150 calorías.
En lo que respecta a su contenido en grasas, debe puntualizarse que éste varía muchísimo ya que influyen varios factores, entre ellos incluso la época del año en que ha sido pescado ya que durante el verano las sardinas suelen tener más grasa pero también son más apetitosas. Es por ello que entre las sardinas podemos hallar ejemplares más magros y otros con una mayor cantidad de grasa. Si hablásemos de una media, podría afirmarse que por 100 gramos de sardina existen 9.4 gramos de grasa, de las cuales 2.6 gramos son saturadas, 2.8 son monoinsaturadas y 2.9 gramos son poliinsaturadas. No obstante, si nos referimos exclusivamente a la calidad de la carne, ésta depende esencialmente de si el pescado es fresco o no.
En sentido general puede decirse que las sardinas son un alimento altamente recomendable ya que su elevado contenido de ácidos grasas insaturados producen efectos positivos sobre el nivel de colesterol (aumentando el denominado “colesterol bueno” y equilibrando los efectos negativos del “colesterol malo”). De esta forma, comer sardinas nos ayuda a prevenir la arterioesclerosis y disminuye las probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular. Además, las sardinas se convierten en un alimento ideal para los adolescentes, las mujeres embarazadas y para los deportistas o las personas convalecientes ya que las mismas aportan una gran cantidad de vitaminas y los minerales.
Aún así, las sardinas también poseen sus aspectos negativos. Por ejemplo, las personas que sufren la gota deben limitar su consumo porque las mismas poseen un elevado contenido de purinas. Por otra parte, quienes están realizando una dieta para perder peso también deberán evitar las sardinas en conserva, sobre todo las que se presentan en aceite o tomate, ya que poseen una elevada dosis de grasas incluidas.