Alternativas a los psicofármacos
Cada vez son más las personas con problemas de ansiedad o depresión que recurren a los psicofármacos. De hecho, las estadísticas desvelan que el número de personas que consumen psicofármacos ha crecido casi 5 veces en los últimos 5 años. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad indica que solo en España el 11,4% de las personas toman sedantes, una costumbre más frecuente entre las mujeres (15% de las féminas toman psicofármacos, en comparación con el 7,6% de los hombres).
Sin embargo, lo que la mayoría de las personas desconoce es que el uso de psicofármacos no resuelve el problema que se encuentra en la base y, por lo general, provoca efectos secundarios a corto o largo plazo. Por supuesto, cuando una persona sufre un trastorno de ansiedad o depresión grave es necesario recurrir a los psicofármacos para aliviar los síntomas pero la terapia farmacológica no es la única opción.
Otras soluciones al alcance de la mano
A pesar de que los psicofármacos son muy útiles en situaciones de crisis, lo cierto es que no son la única solución a la que se puede recurrir, sobre todo cuando se trata de una depresión o una ansiedad leve o moderada. En estos casos también resulta muy eficaz, por ejemplo, el tratamiento psicoterapéutico. De hecho, según afirma un informe reciente del Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica del Reino Unido, el tratamiento cognitivo-conductual es igualmente eficaz a corto plazo y más efectivo a largo plazo para tratar problemas como la ansiedad o la depresión leve y moderada que los psicofármacos.
Asimismo, existen otras opciones que también ayudan a combatir los trastornos moderados de la afectividad como el ejercicio físico, el cual es eficaz para combatir la depresión en casi la mitad de los casos, según apuntan investigadores de la Universidad de Texas en Estados Unidos. Además, expertos de la Universidad de Glasgow, en Escocia, afirman que cuando la práctica de deporte se realiza al aire libre los resultados son aún mejores, sobre todo para las personas que desean reducir los niveles de ansiedad.
De igual manera, cambiar algunos aspectos del estilo de vida, como llevar una dieta saludable, dormir lo suficiente y estimular las relaciones sociales, pueden ayudar a la persona a recuperarse de una crisis de ansiedad o de un cuadro depresivo. De hecho, un estudio realizado recientemente por expertos de la Universidad Estatal de Wayne en Estados Unidos asegura que el 58% de la felicidad de las personas depende de la calidad de sus relaciones sociales, un factor que también puede ser determinante para salir de una crisis emocional.
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