Alimentos prebióticos: Su efecto adelgazante
La obesidad tiene múltiples causas, una investigación desarrollada recientemente en la Washington University School of Medicine en los Estados Unidos y publicada en la revista Nature afirma que una de estas causas podría ser un desequilibrio en la flora intestinal. De esta forma, el desequilibrio de algunas bacterias sobre otras podría impedirnos aprovechar todas las calorías que consumimos diariamente. Los alimentos prebióticos serían una forma para corregir este desequilibrio y acelerar la pérdida de peso.
Pero… ¿qué son los prebióticos? Primeramente debe especificarse que los probióticos son alimentos que contienen bacterias que refuerzan la flora intestinal, uno de los más extendidos son los yogures. No obstante, los prebióticos son sustancias que generalmente se le añaden a algunos alimentos y que estimulan el crecimiento de las bacterias promoviendo un equilibrio adecuado en la flora intestinal.
Según estos investigadores un aumento de un tipo de bacterias en detrimento de otro nos permite utilizar mejor o peor las calorías consumidas de forma que puede alentar la obesidad o, al contrario, la pérdida de peso.
Estos efectos han sido apreciados no sólo en animales sino también en personas. De hecho, se ha demostrado que las personas obesas presentan más bacterias del tipo firmicutes mientras que presentan menos bacteroidetes, en comparación con las personas delgadas. Pero lo que resulta aún más alentador es que cuando se restablecía el equilibrio de la flora intestinal, estas personas presentaban una pérdida de peso. Se hipotetiza que este desequilibrio podría estar provocado por un consumo de alimentos ricos en grasa.
Los científicos afirman que el consumo de alimentos prebióticos en una cantidad que oscilaría entre los 5 y los 20 gramos diarios podría permitir el aprovechamiento energético y, consecuentemente, provocar una pérdida de peso.
Vale aclarar que los prebióticos pueden obtenerse de manera artificial pero también de forma natural aumentando la ingesta de alimentos como las frutas, el cardo, los espárragos, los rábanos, la cebolla, el ajo, la alcachofa y el tomate.