Alimentación para los niños en el otoño
Con la llegada del otoño las necesidades nutricionales de los niños varían. El intenso calor ha terminado y el cuerpo ya no necesita hidratarse con tanta frecuencia; sin embargo, ahora el gasto de calorías aumenta porque ha llegado el momento de regresar a la escuela y volver a la rutina cotidiana. Por eso, es imprescindible realizar algunos cambios en la dieta de los niños que le proporcionen los nutrientes y la energía que necesita para enfrentar esta nueva etapa del año.
Los 5 tipos de alimentos que no pueden faltar en la dieta otoñal de los niños
1. Frutas. Durante el otoño podemos encontrar frutas exquisitas que nos aportan grandes cantidades de vitaminas y minerales como la naranja, la granada, la mandarina, las uvas, las peras y las manzanas. Estas frutas contienen grandes cantidades de vitamina C, que ayudan a fortalecer las defensas de los niños y previenen los resfriados. Asimismo, son una excelente fuente de energía debido a sus elevadas cantidades de fructuosa por lo que resultan ideales para el desayuno y las meriendas.
2. Legumbres. Las legumbres como las lentejas, la soja, los frijoles y las arvejas son una buena opción para que los niños reciban abundantes proteínas y vitaminas durante el otoño. Además, son una fuente abundante de ácido fólico y hierro, nutrientes que no solo son esenciales en el desarrollo de los pequeños sino que también les aportan las calorías que necesitan para realizar sus actividades cotidianas.
3. Verduras. Durante el otoño no es difícil encontrar verduras como las coles de Bruselas, la alcachofa, la coliflor, la berenjena y el calabacín. No aportan muchas calorías pero poseen un alto valor nutricional ya que contienen minerales como el hierro, el calcio y el yodo, así como vitaminas del grupo B que fortalecen el sistema inmunológico de los niños y garantizan el desarrollo de su sistema nervioso.
4. Frutos secos. Los frutos secos como las castañas, los cacahuetes, las almendras y las nueces son muy fáciles de encontrar en el otoño. Además, son uno de los alimentos más nutritivos propios de esta temporada pues brindan abundantes proteínas, vitaminas y minerales, además de ser una fuente rica de energía. También aportan abundante fibra y grasa vegetal, dos componentes indispensables para el desarrollo de los más pequeños de casa, que ayudan a prevenir disímiles enfermedades metabólicas y autoinmunes.
5. Hortalizas y tubérculos. En el otoño es común encontrar hortalizas y tubérculos como la calabaza, la remolacha y las zanahorias. Estos alimentos son ricos en minerales como el calcio, el hierro y el zinc. Asimismo, poseen abundantes cantidades de vitaminas del grupo B, A, C, D y E que potencian el crecimiento infantil.
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