3 buenas razones para comer carne
Algunas personas son vegetarianas por convicción pero otras evitan la carne porque creen que esta es dañina. Es cierto que comer carne en exceso puede llegar a provocar diferentes problemas de salud pero siempre y cuando forme parte de una dieta balanceada, la carne no es dañina sino todo lo contrario, nos aporta proteínas de gran valor nutricional.
1. Comer carne ayuda a regular el peso corporal. La mayoría de las personas piensan que la carne engorda pero se trata de un mito sin ningún fundamento científico porque en realidad consumir carne ayuda a mantener bajo control el peso corporal. El secreto está en las proteínas ya que mientras más carne se come más proteínas se ingieren, lo cual se traduce en un aumento de calorías pero también en un incremento de la masa muscular. Y es que cuando aumentamos el volumen de los músculos que están activos, metabólicamente hablando, el exceso de grasa se reduce y con ello perdemos peso.
2. La carne mejora la salud ósea. Muchas personas desconocen los beneficios que reporta la carne para la salud de nuestros huesos. De hecho, algunos incluso piensan que comer carne afecta la salud ósea porque para digerir el ácido de las proteínas se requieren dosis extra de calcio (que salen precisamente de los huesos). Sin embargo, los estudios han comprobado que la reducción de calcio en los huesos como consecuencia del consumo de carne es temporal. A la larga, estos niveles se recuperan y la densidad ósea aumenta. De esta manera, la carne nos ayuda a tener huesos más fuertes, disminuye el riesgo de sufrir fracturas y de desarrollar enfermedades como la osteoporosis.
3. La manera de cocinar la carne puede aumentar o reducir el riesgo de padecer cáncer. Diferentes estudios han relacionado el consumo de carne con el riesgo de padecer cáncer por lo que se ha creado el mito de que la carne propicia la aparición de tumores. Sin embargo, la carne por sí sola no provoca cáncer, depende de la forma en que se cocine. Las investigaciones más recientes han desvelado que cuando la carne se cocina demasiado produce sustancias cancerígenas. Al contrario, cuando se cocina adecuadamente, sin quemarla mucho, este riesgo no existe. Por tanto, la solución no está en eliminar la carne de la dieta sino en aprender a cocinarla.
Imagen del artículo
