¡No puedo dejar de fumar! Escáner para predecir las probabilidades de éxito
Son muchas las personas que han intentado dejar de fumar siguiendo los más diversos métodos. No obstante, muchos se detienen en la mitad del camino con una frase archiconocida: ¡No puedo dejar de fumar!
Según una investigación desarrollada recientemente en la Universidad de Michigan y cuyos resultados se publicaron en la revista Health Psychology, un escáner cerebral podría predecir las probabilidades que tiene una persona para dejar de fumar.
En el estudio en cuestión participaron un total de 28 fumadores que fueron sometidos a una Resonancia Magnética Funcional para monitorizar su actividad cerebral mientras veían anuncios de televisión. Lo interesante es que estos anuncios promovían el hecho de que las personas abandonaran el hábito de fumar. Posteriormente cada uno de los participantes debía evaluar sus potencialidades para dejar de fumar y sus probabilidades de éxito.
Pasadas cuatro semanas, los investigadores monitorizaron la cantidad de cigarrillos que fumaba cada participante en el estudio. Así pudo apreciarse que el número se había reducido drásticamente, de 21 cigarrillos el primer día a sólo 5 cigarrillos diarios.
Lo más interesante del estudio fue que las personas con más éxito mostraron cambios en la corteza prefrontal medial mientras veían los anuncios. Se conoce que la corteza prefontal está íntimamente vinculada con las estructuras límbicas como la amígdala y el hipocampo y que la corteza prefrontal medial, en específico, desempeña un rol esencial en el uso de los marcadores somáticos para guiar la toma de decisiones. En otras palabras, esta región del cerebro está implicada en valorar de manera muy rápida la repercusión emocional de las más diversas situaciones, anticipar las respuestas y consecuentemente, desarrollar una estrategia adecuada.
Así, probablemente en aquellas personas que afirman: “no puedo dejar de fumar”, existiría un funcionamiento diverso de algunas estructuras cerebrales. Un factor que hasta el momento no se había tenido en cuenta en el diseño de los programas para ayudar a las personas a dejar de fumar.