Vacuna contra el cáncer de cuello de útero

Según el Ministerio de Sanidad y Consumo a nivel mundial el cáncer de cuello de útero es el segundo tumor de mayor frecuencia en las mujeres. Se estima que anualmente se diagnostican alrededor de 500 000 nuevos casos y se verifican cerca de 280 000 defunciones. La causa principal de este tipo de cáncer es precisamente el virus del papiloma humano que se transmite a través de las relaciones sexuales desprotegidas.

Por lo general una vez que la persona ha adquirido el virus del papiloma humano, debe comenzar un tratamiento completo que ataque al virus; sin embargo, además de resultar muy costoso, en muchas ocasiones no se logra eliminar completamente el virus. Por tal razón, se ha comenzado a comercializar el Gardasil, una vacuna contra el cáncer de cuello de útero.

El proceso de vacunación consta de tres etapas: una primera dosis de inyecciones intramusculares que deberán administrarse en un período entre seis meses y un año; una segunda dosis a los dos meses después de la primera etapa y una tercera y última que se aplicará a partir del sexto mes. Hasta el momento se ha priorizado el proceso de vacunación en las chicas de 11 años de edad pero la pretensión es la de generalizarlo hasta los 26 años, período en el cual el riesgo de padecer cáncer de cuello de útero es aún más elevado.

Sin embargo, a pesar de que esta vacuna resulta efectiva, su protección se extiende solo por 7 años, dentro de los cuales debe mantenerse una revisión ginecológica cada cierto tiempo de manera que se controlen los agentes infecciosos que se transmiten por contacto sexual.

A pesar de que esta vacuna ya se está utilizando, el Ministerio de Sanidad insiste en la necesidad de intensificar en los grupos comprendidos entre 15 a 25 años las políticas de educación sexual y de sanidad para evitar que aumente la percepción de seguridad tras el empleo de la vacuna y esto conlleve a un aumento de las prácticas sexuales de riesgo.

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