Una perfecta depilación para el rostro: PARTE III
El bozo es otra zona delicada del rostro a la hora de eliminar el vello. No hay nada más feo y antiestético que un bozo sin depilar, mal depilado o manchado como resultado de depilaciones mal realizadas. Existen diversas técnicas para depilar el bozo. Sin embargo, es importante encontrar el método que tu rostro soporte mejor.
Si eliges eliminar el vello del bozo con cera, tu piel no debe ser muy sensible porque si no te quemarás con facilidad, te saldrán pequeñas ampollas y en el peor de los casos manchas. Al depilarte el labio superior con cera, es importante que esparzas poca cantidad de cera por vez y que des tirones cortos, para no dañar los músculos de la cara. Coloca la cera en dirección al vello y retírala en la dirección contraria.
Es sumamente importante controlar primero en tu mano la temperatura de la cera. A veces, aunque tengas una piel resistente, si colocas cerca y la cera se encuentra extremadamente caliente sobre tu rostro, esto puede producir una quemadura que tardará varios días en desaparecer, corriendo el riesgo de que no desaparezca jamás. Por eso. En caso de quemaduras, las cremas con aloe vera son las más recomendadas.
Otro método alternativo es la pinza de depilar. Si cuentas con una buena luz y un espejo que pueda mostrar toda la zona por completo en donde vas a depilar, sería lo ideal. En este caso no es muy recomendable utilizar la pinza, ya que siempre quedan bastantes vellos sin depilar porque no los vimos con suficiente claridad. Sin embargo, nada quita que pueda ser el método que más se ajuste a tu tipo de rostro.
Lo más recomendable para eliminar el vello del bozo es utilizar cera cada quince días o más, dependiendo de tu vello, y mantener la zona prolija retirando con la pinza los vellos aislados que van naciendo.
Si al eliminar el vello del bozo la cera te produjo una reacción alérgica, puedes utilizar un gel o talco de tu uso personal para aliviar la inflamación.