Tratamiento de la hidrocefalia

Siendo la hidrocefalia una de las enfermedades más comunes en los niños recién nacidos pero que también se manifiesta en la edad adulta, el tratamiento para la misma es bastante sencillo y se realiza en la mayoría de los hospitales generales.

En primer lugar debe conocerse que la hidrocefalia se diagnostica a partir de las imágenes cerebrales tomadas ya sea con las técnicas de vigilancia de la presión, la tomografía computarizada o con la resonancia magnética. Una vez que se ha diagnosticado se procede al tratamiento.

Generalmente el tratamiento de la hidrocefalia consta de la implantación a través de los métodos quirúrgicos de un sistema de derivación que permite desviar el líquido cerebroespinal de forma que éste pueda ser absorbido por el torrente sanguíneo.

Una de las formas más comunes de derivación es el tubo silástico, en el cual un extremo del catéter se coloca en el sistema nervioso central  (casi siempre dentro del ventrículo o cercano a la médula espinal)  y el otro extremo se fija en la cavidad peritoneal (en el abdomen) o en otras zonas como el pulmón o el corazón. Este aditamento posee una válvula que es la responsable de mantener constante en una dirección y regular la cantidad de flujo de líquido.

Un tratamiento menos convencional es el denominado “tercera ventriculostomía”. En este caso se utiliza un neuroendoscopio que le permite al cirujano observar la superficie ventricular y a la misma vez, realizar un pequeño orificio en la base del tercer ventrículo. De esta forma se “imita” el funcionamiento sano del proceso de drenaje cerebral y se facilita el flujo del líquido cerebroespinal.

Vale aclarar que estos procedimientos no están exentos de riesgos neuroquirúrgicos ya que “calibrar” cuál es el flujo adecuado puede ser muy difícil, siendo particularmente peligroso que se realice un drenaje más rápido de lo que se produce el líquido cerebroespinal. Además, el pronóstico de las personas con hidrocefalia es complejo. Se conoce que cuando hay trastornos asociados existen más complicaciones pero generalmente si se diagnostica y se trata a tiempo, no deben existir grandes dificultades.

En sentido general la hidrocefalia presenta riesgos para el desarrollo físico del niño y sus habilidades cognitivas si bien cuando el pequeño se somete a los programas de rehabilitación temprana puede llevar una vida con muy pocas limitaciones.

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